SEXO Y SEXUALIDAD
En
términos sencillos el sexo es una cuestión biológica externa y su elección
desde el punto de vista del espiritismo puede ser libre o impuesta. La
sexualidad, por el contrario, está relacionada con nuestra parte psicológica.
El sexo está en nuestra naturaleza, la sexualidad se elige. La sexualidad se
ejerce, requiere exploración y búsqueda. Es un componente que nos mueve hacia
la búsqueda del placer.
La energía sexual que es inherente a la propia vida, nos es dada por la Creación Divina para la formación y sustentación de todas las criaturas. Cuando es adecuadamente canalizada, contribuye para la evolución y el progreso del planeta a través de obras benéficas relacionadas a la sensibilidad, cultura y arte.
SEXOS EN LOS ESPÍRITUS
La energía sexual que es inherente a la propia vida, nos es dada por la Creación Divina para la formación y sustentación de todas las criaturas. Cuando es adecuadamente canalizada, contribuye para la evolución y el progreso del planeta a través de obras benéficas relacionadas a la sensibilidad, cultura y arte.
SEXOS EN LOS ESPÍRITUS
Del
libro: El libro de los espíritus (Allan
Kardec):
200.
¿Tienen sexos los espíritus?
«Como lo comprendéis vosotros, no; porque los sexos
dependen del organismo. Existe entre ellos amor y simpatía; pero fundados en la
semejanza de sentimientos».
201.
El espíritu que animó el cuerpo de un hombre, ¿puede en una nueva existencia,
animar el de una mujer, y viceversa?
«Sí; unos mismos espíritus animan a los hombres y a
las mujeres».
202.
Cuando somos espíritus, ¿preferimos encarnarnos en el cuerpo de un hombre o de
una mujer?
«Poco le importa al espíritu; porque depende de las
pruebas que ha de sufrir».
Los espíritus
renacen hombres o mujeres; porque carecen de sexo. Como deben progresar en todo,
cada sexo, lo mismo que cada posición social, les ofrece pruebas y deberes
especiales y ocasión de adquirir experiencia. El que fuese siempre hombre, no
sabría más que lo que saben los hombres.
OBSTÁCULOS A LA
REPRODUCCIÓN
Del
libro: Estudio sistematizado de la Doctrina Espírita (Consejo Espírita Internacional):
Sabemos
que, básicamente, existen dos tipos de obstáculos a la reproducción humana: los
que llamamos naturales o «kármicos», por ser impuestos por la justicia Divina
en relación con faltas cometidas en el pasado, y los artificiales, producto de
la acción del hombre con el fin de impedir la reproducción humana. Estos
últimos reciben el nombre genérico de anticonceptivos o anticoncepcionales.
Del
libro: El libro de los espíritus (Allan
Kardec):
693.
Las leyes que tienen por objeto o producen el efecto de crear obstáculos a la
reproducción, ¿son contrarias a la ley natural?
«Todo lo que entorpece a la naturaleza en su marcha
es contrario a la ley general».
-Hay,
no obstante, especies de seres vivientes, animales y plantas, cuyá reproducción
indefinida sería perjudicial a otros, y de los cuales sería víctima el mismo
hombre en poco tiempo, ¿comete un acto reprensible, conteniendo esa
reproducción?
«Dios ha dado al hombre sobre todos los seres
vivientes un poder del cual debe usar para el bien, pero no abusar. Puede
reglamentar la reproducción según las necesidades, mas no debe entorpecerla sin
necesidad. La acción inteligente del hombre es un contrapeso establecido por
Dios a fin de equilibrar las fuerzas de la naturaleza, y esto también le
distingue de los animales, porque lo hace con conocimiento de causa; pero los
mismos animales concurren a este equilibrio; porque el instinto de destrucción
que les ha sido dado hace que, al mismo tiempo que atienden a su propia
conservación, contienen el desarrollo excesivo, y acaso peligroso, de las
especies animales y vegetales de que se alimentan».
694.
¿Qué debemos pensar de los usos que tienen por efecto contener la reproducción
con la mira de satisfacer la sensualidad?
«Prueban el predominio del cuerpo sobre el alma y lo
material que es el hombre».
Del
libro: Acción y Reacción (Francisco
Cándido Xavier):
–Ya
que nos detenemos en materia de sexología, en la ley de causa y efecto, ¿cómo
interpretar la actitud de los matrimonios que evitan tener hijos, de los
matrimonios dignos y respetables bajo todos los puntos de vista, que emplean
normalmente los anticonceptivos?
Silas
se sonrió de un modo extraño, y dijo:
–Si no se desvían hacia la delincuencia del aborto,
en la mayoría de los casos son trabajadores desprevenidos que prefieren ahorrar
el sudor, hambrientos de comodidad inmediata. Desgraciadamente para ellos,
apenas posponen realizaciones sublimes, a las cuales deberán fatalmente volver,
porque hay tareas y luchas en la familia, que representan el precio inevitable
de nuestra regeneración. Disfrutan la existencia procurando inútilmente
engañarse a sí mismos, sin embargo el tiempo les espera, inexorable, para
darles a conocer que la redención nos pide el máximo esfuerzo. Negándose a
acoger a nuevos hijos, casi siempre programados para ellos antes de la
reencarnación, se envuelven en la superficialidad y los preconceptos de las
experiencias de nivel más bajo, para despertar, después de la tumba, sintiendo
frío en el corazón...
MATRIMONIO Y CELIBATO
695.
El matrimonio, es decir, la unión permanente de dos seres, ¿es contrario a la
ley natural?
«Es un progreso en la marcha de la humanidad».
696.
¿Qué efecto producirla en la sociedad humana la abolición del matrimonio?
«El regreso a la vida de los brutos».
La unión libre y
fortuita de los sexos es el estado natural. El matrimonio es uno de los
primeros actos de progreso en las sociedades humanas; porque establece la
solidaridad fraternal y se halla en todos los pueblos, aunque en diversas
condiciones. La abolición del matrimonio sería, pues, el regreso a la infancia
de la humanidad, y haría al hombre inferior a ciertos animales que le dan
ejemplo de uniones constantes.
697.
La indisolubilidad absoluta del matrimonio, ¿es de ley natural o únicamente humana?
«Es una ley humana muy contraria a la natural, pero
los hombres pueden cambiar sus leyes. Sólo las naturales son inmutables».
698.
El celibato voluntario, ¿es un estado de perfección meritorio ante Dios?
«No, y los que viven así por egoísmo desagradan a
Dios y engañan a todo el mundo».
699.
Respecto de ciertas personas, ¿no es el celibato un sacrificio con el fin de consagrarse
más completamente al servicio de la humanidad?
«Esto es muy diferente. Yo he dicho por egoísmo.
Todo sacrificio personal es meritorio cuando es por el bien, y mientras mayor
es aquél, mayor es el mérito».
Dios no puede
contradecirse ni encontrar malo lo que é1 ha hecho, y no puede, pues, ver un
mérito en la violación de su ley; pero si el celibato no es por sí mismo un
estado meritorio, no sucede lo mismo cuando constituye, por renuncia de los
goces de la familia, un sacrificio hecho en provecho de la humanidad. Todo
sacrificio personal con la mira del bien, y sin premeditación de egoísmo, eleva
al hombre por encima de su condición material.
POLIGAMIA
Del
libro: El libro de los espíritus (Allan
Kardec):
700.
La igualdad numérica que aproximadamente existe entre los sexos, ¿es un indicio
de la proporción en que han de unirse?
«Sí, porque todo tiene un objeto en la naturaleza».
701.
De la poligamia y de la monogamia, ¿cuál está más conforme con la ley natural?
«La poligamia es una ley humana cuya abolición
señala un progreso social. El matrimonio, según las miras de Dios, debe estar
fundado en el afecto de los seres que se unen. En la poligamia no hay afecto
verdaderamente real, sino sensualidad».
Si la poligamia
fuera conforme a la ley natural, debiera poder ser universal, lo que sería
materialmente imposible, vista la igualdad numérica de los sexos.
La poligamia
debe ser considerada como un uso, o una legislación particular apropiada a
ciertas costumbres, y que el perfeccionamiento social va haciendo desaparecer
poco a poco.
ESTERILIDAD
Uno
de los efectos de alguna mala causa que hayamos podido generar en nuestras
vidas pasadas puede ser la esterilidad.
Del
libro: El Consolador (Por el
espíritu Emmanuel de Francisco Cándido Xavier):
40.
La fecundidad y la esterilidad ¿son pruebas?
- Dentro del marco de interpretaciones de la Tierra
esos conceptos pueden indicar situaciones de prueba para las almas que se
encuentran en experiencias edificantes. Sin embargo, si examinamos la cuestión
en su aspecto espiritual, nos vemos obligados a reconocer que la esterilidad no
existe para el espíritu, que en la Tierra o fuera de ella, puede ser fecundo en
las obras de belleza, perfeccionamiento y redención.
AFECTO
Del
libro: El Consolador (Por el
espíritu Emmanuel de Francisco Cándido Xavier):
184.-
¿Cómo debemos efectuar nuestra auto-educación, esclarecida por la luz del
Evangelio, en los problemas de las atracciones sexuales, cuyas tendencias
egoístas tantas veces nos llevan a actitudes anti fraternas?
No debemos olvidar que el amor sexual debe ser entendido
como el impulso de la vida que conduce al hombre a las grandes realizaciones
del amor divino, a través de la progresión de su espiritualización en la
devoción y en el sacrificio.
Toda vez que experimentareis disposiciones no
fraternales en su círculo, eso significa que predominan en vuestra organización
psíquica los recuerdos perjudiciales, tendientes al estancamiento en la marcha
evolutiva.
Es ahí que urge el esfuerzo de la auto-educación,
porque toda criatura necesita resolver el problema de la renovación de sus
propios valores.
Habéis de observar que Dios no extermina las
pasiones de los hombres, sino las hace evolucionar, convirtiéndolas por el
dolor en sagrados patrimonios del alma, compitiendo a las criaturas dominar el
corazón, guiar los impulsos, orientar las tendencias, en la evolución sublime
de sus sentimientos.
Examinándose, aún, el elevado coeficiente de
enviciamiento del amor sexual, que los hombres crearon para sus destinos, somos
obligados a ponderar que, si muchos contraen penosas deudas, entre los excesos
de la fortuna, de la inteligencia y del poder, otros lo hacen por el sexo,
abusando de uno de los más sagrados puntos de referencia de su vida.
Es por ese motivo que observamos, muchas veces,
almas numerosas aprendiendo, entre las angustias sexuales del mundo, la
renuncia y el sacrificio, en marcha hacia las más puras adquisiciones del amor
divino.
Desprendiéndose, pues, que, al revés de la educación
sexual por la satisfacción de los instintos, es imprescindible que los hombres
eduquen su alma para la comprensión sagrada del sexo.
ESPÍRITUS FELICES
Del
libro: El cielo y el infierno (Allan
Kardec):
11.
Los espíritus no tienen sexo. No obstante, como hace pocos días que todavía
erais hombre, ¿tenéis en vuestro nuevo estado más de la naturaleza masculina
que de la femenina?
¿Sucede
lo mismo con un espíritu que dejó su cuerpo hace tiempo?
R.
No
nos importa que nuestra naturaleza sea masculina o femenina, los espíritus no
se reproducen. Dios los ha creado a su voluntad, y si por sus miras
maravillosas ha querido que los espíritus se reencarnen en la Tierra, debió
añadir la reproducción de las especies por el varón y la hembra. Pero vosotros
lo conocéis sin que haya necesidad de más explicación. Los espíritus no pueden
tener sexo.
“Siempre
se ha dicho que los espíritus no tienen sexo. Los sexos no son necesarios sino
para la reproducción de los cuerpos, de modo que los espíritus, no
reproduciéndose, los sexos serían para ellos inútiles.
Nuestra
pregunta no tenía por objeto acreditar el hecho, sino que en razón de la muerte
reciente del Sr. Sanson, queríamos saber si le quedaba impresión de su estado
terrestre.
“Los
espíritus depurados se dan cuenta perfectamente de su naturaleza, pero entre
los espíritus inferiores no desmaterializados, hay muchos de ellos que se creen
aun lo que eran en la Tierra, y conservan las mismas pasiones y los mismos
deseos. Y ésos se creen todavía hombres o mujeres, he ahí por qué han dicho
algunos que los espíritus tienen sexo. Así es que ciertas contradicciones
provienen del estado más o menos adelantado de los espíritus que se comunican.
El mal no está en los espíritus, sino en los que les interrogan y no se toman
el trabajo de profundizar las cuestiones.”
CONCLUSIONES:
Del
libro: Estudio sistematizado de la Doctrina Espírita (Consejo Espírita Internacional)
La
vida sexual de cada criatura humana es para ella misma un terreno sagrado y
que, por eso, la abstención, la relación afectiva, la formación de una familia,
el celibato, el divorcio y otros acontecimientos del campo del amor, son
problemas pertinentes a la responsabilidad de cada uno, erigiéndose, por esa
razón, en un asunto no de cuerpo a cuerpo, sino de corazón a corazón.
El
hombre es libre para dar a sus energías e impulsos sexuales la dirección que
prefiera; pero si para lisonjear a los propios sentidos transforma los recursos
genésicos en dolor y desequilibrio, angustia o desesperación para los
semejantes, por injuriar los sentimientos ajenos o por la deslealtad y falta de
respeto en los compromisos y lazos efectivos, encontrará en las consecuencias
de eso la serie de pruebas con las que aprenderá a encender en sí mismo la luz
del amor puro.
La
sexualidad desequilibrada, permite la sintonía de conciencias no encarnadas,
que viven en una indescriptible aflicción y que se hospedan en las mentes
encarnadas, absorbiendo energías vitales y generando obsesiones degradantes.
La
construcción de la felicidad real no depende del instinto satisfecho. La permuta
de las células sexuales entre los seres encarnados, que garantiza la
continuidad de las formas físicas en proceso evolutivo, es solamente un aspecto
de las múltiples formas de intercambio amoroso. Interesa reconocer que el
intercambio de fuerzas sintonizadas entre almas que se aman, supera cualquier
exteriorización perceptible de afecto, sustentando obras imperecederas, de vida
y de luz, en las ilimitadas esferas del universo.
La
vida de a dos, enlazados por el matrimonio, ofrece la oportunidad de progreso, pues
la constitución de un hogar no sólo permite la reencarnación de los Espíritus
y, por consiguiente, el rescate de faltas del pasado, sino que representa la
célula de la familia universal, unidad primera de la educación espiritual.
Sin
embargo, debemos considerar que existen personas que deliberadamente optan por
el celibato. Abstinencia, en materia de sexo y celibato, en la vida de relación
presupone experiencias de la criatura de dos fajas esenciales, la de aquellos
Espíritus que eligen semejante posiciones voluntariamente para
perfeccionamiento o servicio, en el transcurso de determinada reencarnación, y
la de aquellos otros que se ven forzados a adoptarlas, por obra de inhibiciones
diversas…
AMOR, CARIDAD y TRABAJO
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