Elementos del ser humano








ELEMENTOS DEL SER HUMANO






CUERPO:
Envoltura grosera, material, de la que está temporalmente revestido el hombre para el cumplimiento de ciertas miras providenciales.

Instrumento del alma para el ejercicio de sus facultades en las relaciones con el mundo material.


-PRINCIPIO VITAL:
Al decir que las plantas y los animales están formados por los mismos principios que constituyen los minerales, debemos entenderlo en el sentido estrictamente material: sólo se trata del cuerpo.

Sin hablar del principio inteligente, que es un tema aparte, hay en la materia orgánica un principio especial, intangible, aún no estudiado, llamado principio vital. Este principio es activo en el ser vivo, pero parece extinguido cuando el ser muere. Sin embargo, él otorga a la sustancia propiedades características que la distinguen de la sustancia inorgánica. La Química, que descompone y recompone la mayor parte de los cuerpos inorgánicos ha podido descomponer los orgánicos, pero todavía no ha podido reconstituir ni siquiera una hoja muerta, lo que prueba que hay algo en los cuerpos orgánicos que no tienen los otros.

¿El principio vital tiene existencia propia y conforma algo distinto? O, volviendo al sistema de unidad del elemento generador, ¿no es más que un estado particular, una modificación del fluido cósmico universal que se convierte en un principio de vida, así como se hace luz, fuego, calor y electricidad? El problema se resuelve respondiendo afirmativamente a la última pregunta”.

El principio vital envuelve los mundos: sin él, nada viviría. Si un hombre ascendiese más allá de la envoltura fluídica que rodea a los globos, perecería, porque el principio vital se retiraría de él para unirse a la masa. Ese fluido nos anima, es el que nosotros respiramos.

Cualquiera que sea la opinión que se tenga sobre la naturaleza del principio vital, lo cierto es que existe y que sus efectos son visibles. Haciendo un planteamiento lógico puede decirse que los seres orgánicos asimilan el principio vital, pues les resulta necesario para vivir, o bien que ese principio se desarrolla en cada individuo al combinarse los elementos, como bajo la influencia de ciertas circunstancias se desarrolla la luz, el calor y la electricidad.

El oxígeno, el hidrógeno, el nitrógeno y el carbono, al combinarse sin el principio vital, sólo son capaces de formar minerales o cuerpos inorgánicos. El principio vital, en cambio, modifica la constitución molecular de ese cuerpo y le otorga propiedades especiales. En lugar de una molécula mineral, se tiene una molécula de materia orgánica.

La actividad del principio vital se manifiesta en el curso de la vida en el funcionamiento de los órganos, como el calor es el efecto del movimiento de rotación de una rueda. Cuando este funcionamiento cesa con la muerte, el principio vital se extingue, como el calor cuando la rueda deja de girar. Pero el efecto producido sobre el estado molecular del cuerpo por el principio vital subsiste después de la extinción de ese principio, como la carbonización de la madera persiste después de la extinción del calor. En el análisis de los cuerpos orgánicos, la Química vuelve a encontrar los elementos constitutivos: oxígeno, hidrógeno, nitrógeno y carbono, pero no puede reconstituirlos, pues dado que la causa ya no existe, no puede reproducir el efecto, mientras que sí puede reconstituir una piedra.

Hemos tomado por comparación al calor producido por el movimiento de una rueda, porque es un efecto conocido y fácil de comprender; pero hubiera sido más exacto decir que en la combinación de los elementos para formar los cuerpos orgánicos se produce electricidad, esto es, mientras la vida se encuentra en ellos. Una vez que esas condiciones cesaron, se detiene, dando motivo a la muerte. De acuerdo con esto, el principio vital sería una especie de electricidad, denominada electricidad animal, producida en vida por la función de los órganos, y tal producción cesa con la muerte por la detención de ese funcionamiento.

Cuando muere un ser orgánico la materia inerte se descompone y forma otros nuevos cuerpos orgánicos; el principio vital vuelve a la masa.

El principio vital es la fuerza motriz de los cuerpos orgánicos.


-PERIESPÍRITU:
Periespíritu (del griego, "perí", alrededor). Envoltura semimaterial del Espíritu. En los encarnados sirve de lazo o intermediario entre el Espíritu y la materia; en los Espíritus errantes, constituye el cuerpo fluídico del Espíritu.

El periespíritu es el lazo o especie de envoltura semimaterial que une el espíritu a la materia del cuerpo; lo tomamos del medio ambiente, del fluido universal. Es el principio de la vida orgánica; pero no el de la intelectual, ya que éste reside en el espíritu.

Las propiedades del periespíritu varían según la pureza del espíritu.

En razón del mayor o menor grado de pureza del espíritu, su periespíritu se revestirá con las partículas más puras o más groseras del fluido propio del mundo en el que deba encarnar.

El periespíritu es el órgano sensitivo del espíritu. Por su intermedio el espíritu encarnado percibe las cosas espirituales que escapan a los sentidos carnales.

La naturaleza de la envoltura fluídica se relaciona siempre con el grado de progreso moral del espíritu. Los espíritus inferiores no pueden cambiarla a voluntad y, en consecuencia, no les es posible por iniciativa propia trasladarse de un mundo a otro.

Aunque de naturaleza etérea, la sustancia del periespíritu es capaz de recibir ciertas modificaciones que la vuelven perceptible a nuestra vista; es esto lo que sucede en las apariciones. Incluso puede –por su unión con el fluido de ciertas personas– hacerse temporalmente tangible, es decir, ofrecer al tacto la resistencia de un cuerpo sólido, como se observa en las apariciones palpables.

En los mundos donde el espíritu no habita en un cuerpo material, solo tiene la envoltura del periespíritu, siendo ésta tan etérea que para nosotros es como si no existiese, tal es el estado de los espíritus puros.


-ESPÍRITU:
Principio inteligente en quien reside el sentido moral.

En el sentido especial de la doctrina espiritista, "los Espíritus son los seres inteligentes de la creación, que pueblan el universo fuera del mundo material y que constituyen el mundo invisible". No son, pues, los seres de una creación particular, sino los espíritus de aquellos que han vivido sobre la Tierra o en otras esferas, y que han dejado su envoltura corporal.




En un automóvil, la materia sería la carrocería, el principio vital el motor con el combustible y el espíritu con su periespíritu el conductor.


Bibliografía:
“El Génesis” de Allan Kardec
“El libro de los espíritus” de Allan Kardec
Revista Espírita 1858

AMOR, CARIDAD y TRABAJO