En cualquier lugar en que se encuentren dos o tres personas reunidas en mi nombre, allí estaré yo en medio de ellas.
En el libro “EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO “, Capítulo XXVIII, Colección de oraciones espiritistas, 1.- ORACIONES GENERALES, Reuniones espíritas, se hace referencia a la oración en común, según el versículo 20 del capítulo 18, Instrucción a los discípulos del EVANGELIO SEGÚN SAN MATEO. Dice así:
4.
En cualquier lugar en que se encuentren dos o tres personas reunidas en mi
nombre, allí estaré yo en medio de ellas. (San Mateo, cap. XVIII, v. 20).
5. PREFACIO. Estar reunidos en nombre de
Jesús, no quiere decir que basta estar reunidos materialmente, sino
espiritualmente por la comunión de intenciones y de pensamientos para el bien;
entonces Jesús se encuentra en medio de la asamblea, él o los Espíritus puros
que le representan. El Espiritismo nos hace comprender como los Espíritus
pueden estar entre nosotros. Ellos están ahí con su cuerpo fluídico o
espiritual y con la apariencia que nos los haría reconocer si se hicieran
visibles. Cuanto más elevada su jerarquía, tanto más grande es su poder y
radiación; así es que poseen el don de la ubicuidad y por lo mismo, pueden
encontrarse en diferentes puntos simultáneamente: basta para ello un destello
de su pensamiento.
Por estas palabras, Jesús quiso mostrar
el efecto de la unión y de la fraternidad; no es el mayor o menor número lo que
lo atrae, puesto que, en vez de dos o tres personas, hubiera podido decir diez
o veinte, sino el sentimiento de caridad que anime a unas en relación con las
otras; pues para esto, basta que haya dos. Pero si estas dos personas oran cada
una por su lado, aun cuando se dirijan a Jesús, no hay entre ellas comunión de
pensamiento, sobre todo si no están movidas por un sentimiento de benevolencia
mutua, si se miran también con prevención, con odio, envidia o celos, las
corrientes fluídicas de sus pensamientos se rechazan en lugar de unirse con
mucha simpatía y entonces no están unidas en nombre de Jesús; Jesús sólo es el
pretexto de la reunión y no el verdadero móvil. (Cap. XXVII, número 9).
Si él nos dijo: “Vendré a todo aquel que
me llamare”, eso no implica el que sea sordo a la voz de una sola persona; es
porque exige ante todo, el amor al prójimo, del que se pueden dar más pruebas
cuando se está acompañado que estando en aislamiento, y porque todo sentimiento
personal lo aleja; de todo esto se desprende, que si en una reunión numerosa,
dos o tres personas solamente se unen de corazón por el sentimiento de una
verdadera caridad, mientras que los otros se aíslan y se concentran en sus
ideas egoístas o mundanas, él estará con los primeros y no con los otros. No
es, pues, la simultaneidad de palabras, de cánticos o de actos exteriores lo
que constituye la reunión en nombre de Jesús, sino la comunión de pensamientos,
conforme al espíritu de la caridad personificado en Jesús. (Cap. X, números 7 y
8; cap. XXVII, números 2, 3 y 4).
Tal debe ser el carácter de las
reuniones espíritas serias, en las que se espera sinceramente el concurso de
los buenos Espíritus.
6. Oración. - (Al empezar la reunión). -
Rogamos al señor Dios omnipotente que nos envíe buenos espíritus para
asistirnos, aleje a los que pudieren inducirnos en error, y que nos dé la luz
necesaria para distinguir la verdad de la impostura.
Separad también a los espíritus
malévolos, encarnados o desencarnados, que intentaran poner la discordia entre
nosotros y desviarnos de la caridad y amor al prójimo. Si alguno pretendiere
introducirse aquí, haced que no encuentre acceso en ninguno de nosotros.
Espíritus buenos que os dignáis venir a
instruirnos, hacednos dóciles a vuestros consejos, y desviad de nosotros el
egoísmo, el orgullo, la envidia y los celos; inspiradnos indulgencia y
benevolencia para nuestros semejantes presentes y ausentes, amigos y enemigos;
haced, en fin, que en los sentimientos de caridad, humildad y abnegación de que
nos sintamos animados, reconozcamos vuestra saludable influencia.
A los médiums a quienes encarguéis de
transmitirnos vuestras enseñanzas, dadles la conciencia de la santidad del
mandato que les ha sido confiado y de la gravedad del acto que van a cumplir,
con el fin de que tengan el fervor y el recogimiento necesarios.
Si en esta reunión se encontrasen
personas que fuesen atraídas por otro sentimiento que no sea el del bien,
abridles los ojos a la luz, y que Dios les perdone si vienen con malas
intenciones.
Rogamos muy parcialmente al espíritu de
N... nuestro guía espiritual, que nos asista y vele sobre nosotros.
7. (Al fin de la reunión). - Damos gracias a los buenos espíritus que han querido venir a comunicarse con nosotros; les rogamos que nos ayuden a poner en práctica las instrucciones que nos han dado, y que hagan que al salir de aquí, cada uno de nosotros se sienta fortificado en la práctica del bien y del amor del prójimo.
7. (Al fin de la reunión). - Damos gracias a los buenos espíritus que han querido venir a comunicarse con nosotros; les rogamos que nos ayuden a poner en práctica las instrucciones que nos han dado, y que hagan que al salir de aquí, cada uno de nosotros se sienta fortificado en la práctica del bien y del amor del prójimo.
Deseamos igualmente que estas
instrucciones sean provechosas a los espíritus que sufren, ignorantes o
viciosos que hayan asistido a esta reunión, y sobre las cuales imploramos la
misericordia de Dios.
REFLEXIÓN:
En el punto 5 citado dice: “…entonces
Jesús se encuentra en medio de la asamblea, él o los Espíritus puros que le
representan.”. Por otro lado en el punto 6 citado igualmente dice: “Rogamos al señor Dios omnipotente que nos
envíe buenos espíritus…”.
Puedo comprender que el cristiano que no profese la doctrina espírita
en profundidad, interprete que Jesús podría estar realmente entre dos o más que
se reúnan en su nombre, sin embargo mi intuición personal a esas palabras del
maestro Jesús, teniendo en cuenta el contexto en el que fueron pronunciadas, y después
de lo que he estudiado al día de hoy sobre la Doctrina Espírita, además de ser consciente
del plano y nivel en el que nos encontramos aquí en el Planeta Tierra, es que
cuando un Grupo de dos o más personas se encomienden a Él o se reúnan en su
nombre en base al amor que Él mismo nos enseñó, lo que estará entre ellos será su
legado por mediación de sus emisarios de la espiritualidad, siendo éstos de una
elevación espiritual acorde con la armonía y sintonía del Grupo:
En los libros: DIÁLOGO CON LAS
SOMBRAS de Ermínio C. Miranda y ESTUDIO Y EDUCACIÓN DE LA MEDIUMNIDAD, dicen:
-“Podríamos
decir que cada grupo tiene los guías y protectores que merece. Si el grupo se
empeña en servir desinteresadamente, dentro del Evangelio del Cristo, amparado
en la Doctrina Espírita, dispuesto a amar incondicionalmente, tendrá como apoyo
y sustentación un equipo correspondiente, de compañeros desencarnados del más
elevado padrón espiritual, verdaderos técnicos de la difícil ciencia del alma.”
Allan Kardec,
en el libro: “El Libro de los Médiums”. CAPÍTULO
XXIX. REUNIONES Y SOCIEDADES ESPIRITISTAS. Ítem 327, dice:
Las
"reuniones instructivas" tienen un carácter muy diferente, y como de
ellas es de donde puede sacarse la verdadera enseñanza, insistiremos más sobre
las condiciones que deben llenar.
La
primera de todas, es el permanecer formales en toda la extensión de la palabra.
Es preciso convencerse que los Espíritus a los cuales queremos dirigirnos son
de una naturaleza enteramente especial; que no pudiéndose aliar lo sublime con
lo trivial, ni el bien con el mal, si se quieren obtener cosas buenas, es
menester dirigirse a Espíritus buenos; pero no basta pedir buenos Espíritus; es
menester condición expresa; estar en disposición propicia para que
"quieran venir", así, pues, los Espíritus superiores no irán a las
asambleas de hombres ligeros y superficiales, como tampoco hubieran ido cuando
vivían.
En cualquier caso y como nos dicen, estudiemos antes de practicar,
porque ese es el único medio para no adquirir la experiencia a costa de
nosotros mismos:
Allan Kardec,
en el libro: “El Libro de los Médiums”. CAPÍTULO
XXVII. DE LAS CONTRADICCIONES Y DE LAS MIXTIFICACIONES. De las contradicciones.
Ítem 301, punto 4, dice:
Las contradicciones, aun aparentes, pueden poner dudas en el Espíritu
de ciertas personas. ¿Qué comprobación puede haber para conocer la verdad?
"Para
discernir el error de la verdad, es menester profundizar estas respuestas y
meditar mucho tiempo formalmente; debe hacerse todo un estudio. Para éste como
para estudiar las demás cosas, es necesario el tiempo."
"Estudiad,
comparad, profundizad; os lo decimos sin cesar, el conocimiento de la verdad se
adquiere a este precio. ¿Cómo queréis llegar a la verdad cuando lo interpretáis
todo según vuestras ideas limitadas que vosotros tomáis por grandes? Pero no
está lejos el día en que la enseñanza de los Espíritus será uniforme por todas
partes, así en los detalles como en las cosas principales. Su misión es de
destruir el error, pero esto no puede venir sino sucesivamente."
AMOR, CARIDAD y TRABAJO
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