Síntomas físicos e influencias espirituales










SÍNTOMAS FÍSICOS e INFLUENCIAS ESPIRITUALES






El espiritismo no establece relación directa causa efecto, entre malestares o sensaciones físicas concretas con influencias espirituales. Aunque puedan darse muy variadas, según cada tipo de sensibilidad mediúmnica y persona en particular. Por lo que cada persona (médium) será en el ejercicio de su facultad quien podrá ir encontrando esa relación causa y efecto, que precisamente no puede ser explicada por ejemplo en El Libro de los Médiums, porque puede ser tan variada como las personas, y sin olvidar que pueden obedecer a causas netamente físicas.

Referente a los zumbidos o silbidos en los oídos, Allan Kardec en El Libro de los Médiums aclara o desmiente sobre si dichos zumbidos o silbidos hablen de nosotros o tengan relación con alguna cuestión espiritual, según el texto que se transcribe a continuación:
Con todo, debemos ser cautelosos para no tomar por voces ocultas todos los sonidos que no tengan una causa conocida, o los zumbidos comunes en los oídos. Sobre todo, es preciso descartar cualquier fundamento en la creencia vulgar de que cuando nos zumban los oídos es señal de que alguien está hablando mal de nosotros en algún lugar. Por otra parte, esos zumbidos, cuya causa es exclusivamente fisiológica, no tienen ningún significado, mientras que los sonidos pneumatofónicos(1) expresan pensamientos, lo que nos permite reconocer que se deben a una causa inteligente y no accidental. Se puede establecer, como principio, que los efectos notoriamente inteligentes son los únicos capaces de demostrar la intervención de los Espíritus. En cuanto a los otros, existen por lo menos cien probabilidades contra una de que se deben a causas fortuitas."

(1)La Pneumatofonía es un fenómeno poco frecuente que se puede dar espontáneamente, por el cual en determinado ambiente o escenario, aparecen ruidos y voces audibles por todos los presentes, sonidos musicales, gritos, etc. Es como si desde otra dimensión conectaran con la nuestra, dándonos así una prueba directa de su existencia.

Fuentes:
El Libro de los Médiums
F.E.E.