El alma y el cuerpo



ALMA
 Y  SU RELACIÓN CON 
EL CUERPO HUMANO




Del libro: En los dominios de la Mediumnidad de Francisco Cándido Xavier.

El alma encarnada posee en el cerebro físico los centros especiales que gobiernan la cabeza, el rostro, los ojos, los oídos y los miembros, conjuntamente con los centros de la palabra, del lenguaje, de la visión, de la audición, de la memoria, de la escritura, del gusto, de la deglución, del tacto, del olfato, del registro del calor y del frío, del dolor, del equilibrio muscular, de la comunión con los valores internos de la mente, de la conexión con el mundo exterior, de la imaginación, del gusto estético, de los variados estímulos artísticos y tantos otros, como sean las adquisiciones de experiencia atesoradas por el ser, que conquista la propia individualidad, paso a paso y esfuerzo por esfuerzo, enalteciéndola por el trabajo constante en pro de la sublimación integral, frente a todas las vías de progreso y perfección que la Tierra le pueda ofrecer.

En el cerebro se procesan las acciones y reacciones mentales que determinan vibraciones creativas a través del pensamiento o de la palabra, considerándose al encéfalo como una poderosa estación emisora y receptora y a la boca como un valioso altavoz. Tales estímulos se expresan también a través del mecanismo de las manos y de los pies, o por las sensaciones de los sentidos y de los órganos que trabajan al igual que elevadores y conductores, transformadores y clasificadores bajo el mandato directo de la mente.

Pese a que el cerebro use las células de la corteza para seleccionar los sonidos y grabar las imágenes, quien ve y oye, en realidad, es la mente. Todos los sentidos en la esfera fisiológica pertenecen al alma, que es la que los fija en el cuerpo carnal conforme a los principios establecidos para la evolución de los espíritus reencarnados en la Tierra.



(Del libro Mediumnidad de Edgard Armond)
Es difícil localizar en el cuerpo físico la región o el órgano por intermedio del cual se ejerce la intuición. El órgano del intelecto es el cerebro, y podemos decir que la razón tiene su sede en ese órgano. Más, en cuanto a la intuición, a no ser que se ejerza por las glándulas pineal y pituitaria(1) (órganos de las manifestaciones mediúmnicas), tal vez su sede sea en el cerebelo, órgano sensorio supranormal que en el futuro deberá desarrollarse.

Amor, fe e intuición, son éstas las características sublimadas del hombre espiritual.

El hombre de intuición resuelve sus problemas con elementos que obtiene del plano divino, mientras que el de la razón los resuelve según los recursos de la propia inteligencia humana ligada a las cosas del mundo.



(1) Glándulas generadoras y controladoras de energías psíquicas que, ligadas a la mente a través del electromagnetismo del campo vital, comandan las fuerzas del subconsciente e insuflan energías psíquicas a todos los órganos vitales del organismo humano, la primera más ligada al campo espiritual, y la segunda, al campo orgánico.

AMOR, CARIDAD y TRABAJO

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