Perfección: material y espiritural








LA PERFECCIÓN DESDE EL PUNTO DE VISTA MATERIAL Y ESPIRITUAL.




Subjetivamente hablando, o sea, a  mi modo de pensar y sentir, la palabra perfección puede tener varias connotaciones, y según se analice desde el punto de vista material o espiritual.

Desde el punto de vista material y según la Real Academia Española de la Lengua, perfección es una cualidad de perfecto, y perfecto es todo aquello que posee el grado máximo de una determinada cualidad.

Son muchas las cualidades humanas. Podríamos ser perfectos en una o más cualidades, pero no en todas, toda vez que algunas son antónimas. A tal efecto voy a relatar lo que dice el escritor peruano Ramón Ribeyro en su libro Prosas Apátridas: 

 "No hay que exigir en las personas más de una cualidad. Si les encontramos una debemos ya sentirnos agradecidos y juzgarlas solamente por ella y no por las que les faltan. Es vano exigir que una persona sea simpática y también generosa o que sea inteligente y también alegre o que sea culta y también aseada o que sea hermosa y también leal. Tomemos de ella lo que puede darnos. Que su cualidad sea el pasaje privilegiado a través del cual nos comunicamos y nos enriquecemos".

Perfección, como se ha dicho, es un concepto que se refiere a la condición de aquello que es perfecto. Lo perfecto, por su parte, es lo que no tiene errores, defectos o carencias: se trata, por lo tanto, de algo que alcanzó el máximo nivel posible.

Por ejemplo: “El evento se desarrolló a la perfección, de acuerdo a lo planeado”, “La jugada diseñada por el entrenador se plasmó en el campo en la perfección y el equipo local pudo ganar por un punto”, “Cada uno de nuestros diseños aspira a la perfección”.
La idea de perfección puede variar de acuerdo a la concepción filosófica. Para los católicos y espíritas, lo único perfecto es Dios: no existe perfección fuera de Él. En este sentido, es imposible alcanzar la perfección en ninguna acción o creación del ser humano.

Es posible, sin embargo, afirmar que algo ha alcanzado la perfección cuando se desarrolla tal cual estaba previsto. En este caso, la perfección se asocia a un objetivo cumplido, sin que se registren fallos. Si en un festival artístico, el programa de actividades se cumple sin alteraciones, los artistas quedan conformes con sus participaciones y el público disfruta del evento, podrá decirse que todo salió a la perfección.

Dentro de la Psicología, existe lo que se conoce como perfeccionismo. Viene a ser la creencia que considera que se puede y se debe lograr la perfección. De ahí que se vea la misma como una manera de incentivar a las personas a esforzarse, a motivarse y a intentar alcanzar todo lo que se han propuesto. 

No obstante, hay quienes creen que esa idea no hace nada más que dañar al ser humano, oprimirle y tenerle siempre sujeto a que debe alcanzar la perfección en los diversos aspectos de su vida. Tanto es así que se considera que puede llevar incluso a la depresión y a un estrés considerable.

La perfección incluso puede ser subjetiva y estar vinculada a la estética. Un individuo puede creer que una cierta pintura o una escultora refleja a la perfección aquello que pretende transmitir, mientras que otro sujeto puede pensar algo diferente y considerar que la obra en cuestión tiene defectos en su presentación.

Si algo es perfecto, no hay posibilidades de hacerlo mejor, ya que no existe nada superior a lo que ya se ha conseguido. Por ejemplo: “Este es el coche perfecto: es barato, gasta poco y ofrece muchas comodidades”, “Fue el viaje perfecto: disfrutamos de diez días a puro sol, descansamos y conocimos lugares nuevos”, “Todo salió perfecto en la fiesta, por suerte la pasamos muy bien”.

Claro que la noción de perfección tiene un determinado grado de subjetividad ya que, en cierto modo, lo completamente perfecto no existe. Tomando los ejemplos anteriores, tal vez sería posible que el “coche perfecto” fuera aún más barato o que el “viaje perfecto” haya sido un poco más extenso.


Y desde el punto de vista de la Doctrina Espírita y de acuerdo con “El evangelio según el espiritismo” de Allan Kardec, al referirse al tema en cuestión y en relación al pasaje de Mateo 5:48 que dice:

Sed vosotros, pues, perfectos, como es perfecto vuestro Padre, que está en los cielos”.

Puesto que Dios posee la perfección infinita en todas las cosas, esta máxima:
"Sed, pues, vosotros perfectos, así como vuestro Padre celestial es perfecto", tomada literalmente supondría la posibilidad de alcanzar la perfección absoluta. Si le fuese posible al hombre ser también perfecto como el Creador, sería igual a Él, lo que es inadmisible. Pero los hombres a quienes se dirigía Jesús no hubieran comprendido esta diferencia, y por eso se limita a presentarles un modelo y les dice que se esfuercen en conseguirlo.

Es, pues, preciso entender por estas palabras la perfección relativa de la que la Humanidad es susceptible y que más la aproxima a la Divinidad. ¿En qué consiste esta perfección? Jesús lo dijo: "Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen, rogad por los que os persiguen y calumnian". Él enseña con esto que la esencia de la perfección es la caridad en su más alta acepción, porque abraza la práctica de todas las demás virtudes.

En efecto, si se observan los resultados de todos los vicios y aun los simples efectos, se reconocerá que no hay uno siquiera que no altere más o menos el sentimiento de la caridad, porque todos tienen su principio en el egoísmo y en el orgullo, que son su negación, porque todo aquello que excita el sentimiento de la personalidad, destruye, o al menos debilita, los elementos de la verdadera caridad, que son la benevolencia, la indulgencia, la abnegación, y el afecto.


Está claro que lo perfecto desde el punto de vista material puede ser subjetivo, además de que lo que puede ser perfecto hoy, lo pudo ser menos en tiempos pasados y por el contrario lo puede ser más perfecto en tiempos futuros o en mundos más evolucionados.

Y desde el punto de vista espírita, entiendo que está aún más claro, que la perfección en el hombre es relativa, toda vez que como nos dicen nuestros hermanos superiores de la espiritualidad la perfección infinita y absoluta solo la tiene Dios nuestro Padre Celestial Todopoderoso.


FUENTES: 
Del libro: “El Evangelio según el espiritismo” y del blog “definicion.de”


AMOR, CARIDAD y TRABAJO

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