RECEPTIVIDAD
El donante:
El
trabajo constante para vencer las imperfecciones morales debe ser la meta
prioritaria de todo individuo que llega a la Casa Espírita.
¿Qué
hacer, entonces, para empezar a trabajar esas heridas del alma y dar la partida
a la conquista de las virtudes que nos conducirá a la felicidad plena,
determinismo que a todos nos aguarda? Primeramente, hacer un viaje hacia dentro
de nosotros mismos, estudiar las deficiencias de que somos portadores,
colocarlas según el orden de valor, e iniciar la gran jornada de regreso, con
las dificultades naturales de toda reconstrucción.
Al
inicio las dificultades son enormes. El egoísmo es todavía muy fuerte en
nosotros, porque, evolutivamente, estamos mucho más próximos del comienzo, que
de la plenitud de felicidad que todavía no merecemos. En ese punto, tenemos que
recurrir a la voluntad, una de las fuerzas actuantes del Espíritu, con el fin
de alcanzar la meta ideada.
La
meditación continuada en torno de los postulados de la Doctrina Espírita nos
dará la base cultural necesaria que, juntamente con los sentimientos
fortalecidos en la práctica del evangelio de Jesús, servirán de base para la
salud moral, indispensable para aquel que se encamina al trabajo del pase.
Colocar sus enseñanzas en la práctica de nuestra convivencia diaria,
aprendiendo a callar en los momentos en que fuimos instigados a la alteración;
a escuchar cuando la aflicción y la desesperación de nuestros interlocutores hubieran
llegado al auge; y a perdonar, cuando la insensatez descontrolada de la
criatura humana nos alcanza.
“Indiscutiblemente
no prescindimos del corazón noble y de la mente pura, en el ejercicio del amor,
de la humildad y de la fe viva, para que los rayos del poder divino encuentren
acceso y paso a través nuestro a beneficio de los otros”.
El
agente donante debe estar físico, psíquica y emocionalmente saludable. Por lo
tanto, equilibrado. En el campo físico, tener cuidado con la alimentación que
debe ser frutal, rica en elementos nutrientes y desprovista de toxinas, porque
el exceso produce olores desagradables, teniendo influencia directa sobre el
paciente que, sintiendo el mal olor, se perturba, se desconcentra,
influenciando directamente en el resultado, además de dificultar la emisión de
las energías propias o las canalizadas del mundo espiritual.
El
uso del alcohol y del tabaco debe ser abolido, porque esos tóxicos actúan sobre
los centros nerviosos influenciando directamente las funciones psíquicas,
atrayendo, junto a nosotros, los dependientes de esos vicios que ya se
encuentran en el mundo espiritual. Para el paciente, los fluidos que transitan
por el organismo del donante viciado, saldrán imantados de elementos negativos,
causándole malestar.
Ponemos
como destacado el sexo sin disciplina como factor responsable por el
agotamiento del sistema nervioso y barrera a sombrear las posibilidades
irradiantes del médium, además de dificultar la absorción de las energías de
los Buenos Espíritus.
El
reposo debe ser lo bastante para ofrecer a la organización física el equilibrio
necesario para el buen desempeño de las funciones que se propone, contribuyendo
a la normalidad del psíquico y de lo emocional.
La
mente debe estar siempre dirigida hacia las cosas elevadas de la vida, a través
del pensamiento y de la voluntad, dirigiendo a los sentimientos afectivos hacia
las realizaciones nobles.
El
amor-donación debe ser plantado y cultivado en el suelo de nuestras relaciones;
la paciencia, trabajada incesantemente para la superación de los conflictos e
inquietudes íntimas; la benevolencia, vivida plenamente en la relación humana,
tolerándose las imperfecciones ajenas; la fe razonada se fortalecerá al punto
de transportar montañas; y la calma, finalmente, coronará nuestro actuar de una
tranquilidad incorruptible a pesar de todo problema o desafío.
El Beneficiario:
Para
aquellos que buscan la ayuda de los pases, es necesario su esclarecimiento
sobre esa terapia alternativa, su acción y las condiciones influyentes para la
obtención de buenos resultados.
Ellos
deben ser esclarecidos sobre la necesidad de tener fe; primeramente en Dios,
fuente generadora de las energías; después, en la persona que le aplicará
pases, abriéndose de una forma confiada, y al final en sí mismo, fortaleciendo
la voluntad de curarse.
Esa
búsqueda señala el camino, y por ende al donante de energías. Ese esfuerzo
condiciona al paciente a la receptividad,
creando las condiciones de sintonía para la perfecta acción reciproca
magnética, que abrirá los canales por donde fluirán las energías del Psiquismo
Divino, del Benefactor Espiritual, del agente donante hasta alcanzarlo.
Es
imprescindible que se esfuerce para vencer las imperfecciones morales,
combatiendo el orgullo y el egoísmo, dejando que en sí desabroche el amor,
centella divina que está en la individualidad de todos, aguardando el momento
propicio para brotar y expandirse. Combatir los sentimientos de odio, venganza,
celos y los vicios de toda orden es meta prioritaria, porque esas fragilidades
impiden la penetración de las energías curativas.
El
hábito de la oración y de la lectura edificante es un bálsamo para el alma y
ayuda en el condicionamiento de la mente a direccional el pensamiento hacia los
sentimientos nobles, conduciéndonos a la acción del bien.
–
¿Será indispensable la fe, entonces, para que reciban el socorro que precisan?
– ¡Ah, sí! En
fotografía precisamos de una placa impresionable para retener la imagen, como
en electricidad necesitamos del hilo para la transmisión de la corriente
eléctrica. En el terreno de las obras de ayuda espiritual es imprescindible que
el necesitado presente una cierta “tensión favorable”. Esa tensión procede de
la fe. Cierto es que no nos referimos al fanatismo religioso o a la ceguera de la
ignorancia, pero sí a la actitud de seguridad íntima que se afirma, con
reverencia y sumisión, en el conocimiento de las Leyes Divinas, bajo cuya
sabiduría y amor procuramos protegernos. Sin recogimiento y respeto en la receptividad no conseguiremos
aprovechar los recursos imponderables que se nos brindan para nuestro bien,
dado que el escarnio y la dureza de corazón pueden ser comparados con espesas
capas de hielo que cubren el templó del alma.
Cuando
proyectamos nuestros pensamientos y sentimientos por intermedio de la bondad,
creamos una imagen fluídica que puede alcanzar el blanco apuntado, si éste
presenta condiciones de receptividad.
-La transmisión y la
recepción del pase guardan relación con el poder de la voluntad de quien dona
las energías benéficas y de quien las recibe.
-La verdadera
curación de las enfermedades está relacionada al proceso de reajuste del
Espíritu, siendo el pase apenas un instrumento de auxilio.
-Para evitar reincidencias
de enfermedades o perturbaciones, es necesario que la persona defina y siga una
programación de mejoramiento moral y de esclarecimiento espiritual.
-Allan
Kardec aclara que la “curación se opera por la sustitución de una molécula
enferma por otra molécula sana. El poder curativo dependerá de la pureza de la
sustancia inoculada y también de la energía de la voluntad, que provoca una
emisión fluídica más abundante y otorga una fuerza de penetración.”
-Todos los pasistas
deben ser considerados médiums. La capacidad de absorción de energías
espirituales sumada a la de donación fluídica, varía de persona a persona, en
función de las condiciones individuales, propias de cada persona, así como del
nivel de sintonía mental que el pasista mantiene con los bienhechores
espirituales.
Para
que la irradiación sea eficaz, la persona que va a ser ayudada debe estar receptiva (favorable al recibimiento de
la ayuda para mejor absorber el recurso espiritual). Además de eso, es
fundamental estar dispuesta a mejorar espiritualmente. La ayuda de la
irradiación es pasajera y tales recursos tienden a fijarse y a crecer, cuando
el individuo pase a tener una vida moralmente equilibrada.
En
lo tocante a la receptividad o refractariedad de las personas, en el
momento del pase, tenemos:
a)
- Fe, más recogimiento, más respeto, suman RECEPTIVIDAD;
b)
- Ironía, más incredulidad, más dureza de corazón, suman REFRACTARIEDAD.
BIBLIOGRAFÍA:
amanecerespírita
En los dominios de la mediumnidad de Francisco Cándido Xavier por el
espíritu André Luiz
Curso de estudio y educación de la
mediumnidad.
Programa I
Estudio sobre el pase, F.E.B.
Revista Cristiana de Espiritismo, ed. 46
Estudiando la mediumnidad de Martins Peralva
AMOR, CARIDAD y TRABAJO
AMOR, CARIDAD y TRABAJO
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