¿Qué sucede cuando un bebé o niño muere?

 





¿QUÉ SUCEDE CUANDO UN BEBÉ O NIÑO MUERE?









Al momento de nacer lo único que sabemos con certeza en ese mismo momento es que algún día tendremos que fallecer. Todo en este planeta y hasta el universo posee un ciclo de vida, como por ejemplo la primavera, el verano, el otoño y el invierno. El ciclo vital de los seres vivos es nacer, crecer, reproducirse y morir. Este ciclo de vida es un conjunto de ciertas etapas que todos debemos vivir en el transcurso de nuestras vidas, pero ¿qué pasa cuando una persona o para ser más específica, un niño fallece antes de completar su propio ciclo?

En este planeta cada persona, cultura, etnia poseen sus propias creencias, percepciones y ven la vida de una manera distinta. Hay unas personas que creen que al morir ese es el final de nuestra existencia y que no existe nada más allá de la muerte.  A lo largo de mi profesión como médium he sido testigo que al igual que nosotros, los niños también tienen un alma. Seguidamente contaré unas de mis experiencias:


Un feliz reencuentro
En una noche de clarividencia con el público me acerqué a una mujer cuyo abuelo en espíritu estaba allí presente. Después de dar el mensaje del abuelo, sentí la presencia de un niño detrás de él. Para mi este puede ser un momento bastante triste y me afecta de alguna manera comunicarme (emocionalmente) con niños porque puedo sentir sus emociones, su felicidad y la tristeza, como también la de los padres. Casi siempre cuando un niño se comunica (en mi caso) siempre un espíritu adulto lo acompaña (no entiendo realmente porque sucede esto). El niño hablaba sobre momentos especiales que vivió con su madre y contaba como en espíritu aun cuidaba y jugaba con sus hermanos cuando ellos jugaban con sus carros en la sala de la casa. La mamá quien era una mujer musulmana, y ellos no creen en esto y en su religión está prohibido visitar médiums rompió en llanto y aceptó el mensaje con mucho amor.


Un bebe envía un mensaje a su mamá
En otra sesión pública me acerqué a una mujer que estaba presente junto con su esposo. Sentí la presencia de un bebé (una niña) la cual claramente sentí que no había nacido. Al frente de todo el público ella negó absolutamente todo lo que yo le decía, por lo cual lo deje así diciéndole que igualmente tomara el mensaje con ella y que quizás algún día lo podría entender. Al terminar la sesión en público ella se acercó a mí y me dijo que ella había tenido un aborto con una relación antes de conocer a su esposo, pero no sabía el sexo del bebé, aunque presentía que era una niña. Ella me agradeció por el mensaje.

Con estas dos historias quiero demostrar que las almas de los niños y bebés hacen su transición al otro plano cuando fallecen. Pero deseo reiterar aquí que a pesar de que la persona que fallece es un niño, en términos espirituales estamos hablando de un alma, y un alma por lo general tiene su propia evolución, experiencia y proceso de crecimiento (o ascensión). En el mundo físico quien fallece en nuestros ojos, percepción y entendimiento es un bebé o un niño, pero en realidad al igual que nosotros su verdadera esencia está compuesta de energía (un alma) y esta alma ha tenido muchas, varias o pocas vidas o reencarnaciones físicas. Como he mencionado en mis pasados artículos, nuestro cuerpo físico es tan solo un vehículo que nuestra alma necesita para navegar en este tercer plano. El cuerpo se envejece y muere, pero nuestra alma nunca muere, solo se transforma.


¿Por qué mi hijo?
El dolor de perder un hijo es inimaginable, es un momento donde los padres se hacen muchas preguntas y cuestionan la vida, el destino y hasta Dios. Perder a alguien que amas es siempre algo que nos cambia la vida y no importa cuanta filosofía o espiritualidad le metamos, así creamos fuertemente en la vida después de la muerte, es un golpe muy fuerte. Pero en el mundo espiritual esto no es tan doloroso como lo es para nosotros aquí en este plano. Siempre que nace un bebé celebramos con felicidad su llegada a este plano físico, y se nos olvida que ellos han partido de nuestra verdadera casa (lo que llamamos “el cielo”) para reencarnar en este plano y que serán extrañados por muchos de nuestros seres queridos que allí residen. Al momento de morir al volver a casa el alma “vuelve a nacer” en ese plano y es igualmente para ellos un momento de celebración.

Cuando la vida ha cumplido su propósito, la muerte debe venir, sin importar la edad. Cuando la muerte llega, nos quiere decir que la persona (alma) ya está lista para volver a disfrutar de todas las maravillas, amor y belleza que el mundo de los espíritus nos ofrece. Las razones por las cuales un niño o un alma muere lo saben su alma y su grupo de almas que son sabias. Muchas veces ellos llegan a nuestra vida y parten pronto para enseñarnos una importante lección. Te preguntarás ahora ¿Qué lección es la que debía aprender? Nuevamente, esto es algo que solo tu alma lo sabe y para poder encontrar esas respuestas necesitas meditar en ello, meditar en silencio y contemplación.  Esto en términos físicos es algo que no podemos comprender, pero para ellos en el otro plano, han cumplido su misión y es tiempo de partir.

En ocasiones cuando un niño es brutalmente asesinado puede que esto haya sido parte de su plan de vida como puede que no. Quizás las acciones de otra persona (alma) que estaba en mal camino hayan causado su pronta transición al otro plano. En este caso el asesino tendrá que cargar y pagar ese karma y el alma del niño tendrá que planear su otra reencarnación, ya sea reencarnando como otro hijo, sobrino, hermano, tía, etc. (aunque estos casos son muy raros) o quizás decide esperar en el otro plano a sus seres queridos y juntos volver a planear y reencarnar.


¿Qué sucede con los niños en el otro plano?
Todo depende de la evolución individual de cada alma, como mencioné anteriormente una de sus opciones es volver a reencarnar ya que es necesario que en cierta línea del tiempo cumpla una misión, propósito o meta independientemente o en grupo.  En el otro plano ellos tienen la opción de seguir siendo niños (la misma edad en la que fallecieron) y seguir creciendo en el otro plano como si aún estuvieran en vida, también pueden convertirse en adultos ya sea como hubieran parecido si hubieran vivido hasta la adultez en esa su última encarnación o como parecía en su previa encarnación. Claro está que en el momento de conectarse con un médium por lo general ellos se presentan como el bebé o niño que eran al momento de fallecer para así ser fácilmente reconocidos por sus familiares.

La mayoría de las almas que reencarnamos aquí por lo general son almas que necesitan todavía de una experiencia física en este plano y planeta para acelerar su proceso evolutivo. Este es un de los planos más difíciles para reencarnar y las almas que aquí habitan se les consideran almas muy valientes. Muchos de los guías que han hablado por medio de un médium en trance, todos ha dicho que este es uno de los planos más difíciles, pero a la misma vez lleno de aprendizaje y muchas cosas bellas. Claramente y para mi sorpresa todos ellos afirmaron que para lo que a nosotros parecía una tragedia, para ellos no lo es, es tan solo una oportunidad de crecimiento y evolución. Esto es una afirmación bastante difícil de comprender, pero es algo que tiene mucho sentido, más cuando sabemos que este planeta tierra es considerado como una gran escuela donde todos nosotros llegamos a aprender y al morir es cuando nos graduamos.


Ellos nunca se van en realidad
Para mí es importante que los padres y cualquier persona que pierda un ser querido se den cuenta que en realidad ellos nunca se van y que ellos siempre estarán conectados a nosotros. Al igual como lo hacían en vida podrán estar muy cerca de nosotros, aunque no podemos esperar que ellos estén 24 horas y 7 días a la semana, ellos tienen muchas cosas que hacer en el otro plano. Solo es que los pensemos o enviamos amor y pensamientos de buena energía y ellos estarán allí con nosotros o donde quiera que estén ellos recibirán nuestro mensaje.

Quiero que tengan la seguridad de que sus seres queridos han hecho su transición al otro plano y donde ellos están se encuentran bien, que ellos en realidad no han muerto, solo se han trasmutado, se han deshecho de su cuerpo físico, así mismo como lo han hecho en muchas otras reencarnaciones (igual nosotros mismos). Este es un proceso natural que todos debemos vivir y es parte de nuestro crecimiento espiritual. En realidad, tanto en este plano como el otro nosotros nunca estamos solos. Cuando morimos por lo general si es un niño siempre habrá alguien de su grupo de almas que llega a recogerlo, es muy rara la ocasión cuando un niño queda en pena. Muchas veces estos niños en pena son niños cuyas creencias gracias a sus padres o guardianes eran muy limitadas, negativas o sufrieron mucho abuso o violencia física, emocional y mental. Hay muchos niños que mueren en crímenes inexplicables y horrorosos y por eso es necesario siempre ofrecer una oración para que hagan su pronta transición al otro plano y no queden en pena.

Con este artículo espero poder dar una pequeña esperanza para todos aquellos padres que han perdido un niño o niña. Para que puedan darse cuenta de que la muerte es tan solo una ilusión y que algún día tarde o temprano ustedes volverán a estar juntos de nuevo. Provenimos de la fuente divina (Dios, fuente universal, luz divina, chi, ki, etc.), al reencarnar aun seguimos conectados con la fuente divina por medio de nuestra alma y al morir regresamos a esa fuente divina……nuestra verdadera casa…. por eso mismo la conexión con la fuente divina y con nuestros seres queridos nunca se pierde.

“Lo amamos mucho, pero Dios lo amaba más”


Bibliografía:
Psíquica Medium Sabrina Jenkins. 



Mi nuevo hogar
-Nuestra alma es eterna, y nunca dejará de existir, hijo mío, la vida terrenal es una gran escuela, donde vamos con el propósito de experimentar, vivir, aprender, amar y expandir nuestra consciencia, para luego seguir avanzando como almas que somos. Nuestra alma, lo que somos ahora, es nuestra verdadera esencia. El alma nos permite continuamente conectarnos con la fuente divina en el momento de la muerte física, has podido ver que sigues viviendo, de dónde vienes no es tu hogar, solo ha sido tu hogar en esta última experiencia que has tenido, nuestro verdadero hogar es este. Al morir en el mundo terrenal, nos llevamos con nosotros todas aquellas cosas que hemos vivido y la experiencia que hemos acumulado, por eso tu apego a tu familia, y a todo el mundo que se ha quedado en ese plano. Pero este es un hermoso momento que debemos celebrar, hijo mío, como también debemos celebrar la vida de nuestros seres queridos, recordarlas, no con tristeza, pero sí con mucho amor y orgullo. Has podido comprobar que, cuando pasamos a este plano después de la muerte, ya no sentimos dolor, incomodidad o sufrimiento. Si éramos mayores, como era tu caso, el mío o el de tu madre, nosotros elegimos la edad con la que queremos identificarnos por preferencia, sin problema alguno, como también los bebes y niños tienen la opción de crecer en este plano si así lo desean, porque son bebes y niños en el mundo físico, cuando mueren, pero aquí todas las almas son adultas. También, los niños y bebés se pueden comunicar fácilmente con la misma fluidez, lógica y uso de razón de un adulto, pero es importante que sepas que esta trasformación puede variar de acuerdo con las creencias y gustos que cada persona tenga.


El consejo
Hemos descansado mucho y me siento cargado de energía. Mi hermana viene corriendo y me dice que nos salgamos a la terraza. Nos salimos y nos sentamos. Veo a muchísima gente paseando por delante de casa, como un día festivo en la tierra. Todos son adultos y jóvenes, con cuerpos perfectos. Sonríen y destellan una felicidad plena, como la que siento yo... Le pregunto a mi hermana, Amapola, por qué no veo niños en este plano.

-Todos los seres aquí tenemos forma adulta, hasta yo tuve que dejar de ser una niña, aunque adopté esa forma para que te identificaras más conmigo. Piensa que todos nosotros fuimos adultos antes de tener una experiencia terrenal y, cuando volvemos aquí, a este nivel de frecuencia, todos volvemos a ser adultos, aun cuando en nuestra última experiencia en la vida hayamos muerto siendo niños o bebes -responde Amapola.


El tránsito de Bea
¿Sabes que, si un bebé muere, como nuestra hermanita, ellos aquí se pueden comunicar de una manera adulta...?

- ¡No me digas! -respondió Bea.

- ¡Pues sí! El otro día conocí a un bebe que murió con 8 meses, pero había adoptado la edad de 8 años y si hubiera querido hubiera adoptado la de uno de 43. Tuve una conversación muy madura con él. Incluso me dijo que el día que sus padres mueran, volverá a adoptar la edad de 8 meses porque así es como sus papás lo recuerdan. Con los días volverá a tener 8 años para poder jugar libremente.


Bibliografía:
Texto extraído del libro “Morir para sentirse vivo” de Nacho Blasco


AMOR, CARIDAD y TRABAJO