LEÓN DENIS, EMMANUEL y LAS ALMAS GEMELAS
Dice Kardec en el Libro de los
Espíritus, 202: “Los Espíritus encarnan en hombres o mujeres, pues no poseen sexo. Como
deben progresar en todos los sentidos, cada sexo, así como cada posición
social, les ofrece pruebas y deberes particulares y la ocasión de cosechar
experiencias. El que hubiera sido siempre hombre sólo sabría lo que saben los
hombres”. Y más, 303a: “La teoría de las mitades eternas es una
imagen que describe la unión de dos Espíritus simpáticos. [..] Los Espíritus
que de ella se han servido no pertenecen, seguramente, al orden más elevado. La
esfera de sus ideas es por fuerza limitada, y han podido traducir sus pensamientos
con los términos de los que se hubieran valido durante su vida corporal”.
Entre tanto, León Denis y
Emmanuel discreparon de Kardec y de los guías de la humanidad. En el Problema
del Ser y del Destino y del Dolor, XIII, adujo el primero: “Creemos,
de acuerdo con nuestros Guías, que la mudanza de sexo, siempre posible para el
Espíritu, es, ante de todo, inútil y peligrosa. Los Espíritus elevados la
reprueban. […] Cuando un Espíritu optó por un sexo, es
malo para él salir de lo que se volvió su naturaleza”.
El druida de Lorena intentó
justificar su tesis de que el cambio de sexo no sería una necesidad (solo la
admite por expiación), alegando que ese cambio perjudicaría a las “almas
hermanas, creadas a pares, son destinadas a evolucionar juntas, unidas para
siempre en la alegría como en el dolor”, almas, que según él, “realizan
la forma más completa, más perfecta de la vida y del sentimiento y dan a las
otras almas el ejemplo de un amor fiel, inalterable, profundo”. León
Denis aun aseguró que el número de esas “almas hermanas” sería “más
considerable de lo que generalmente se cree”.
La tesis de las almas gemelas, o
hermanas, es mera variante de la teoría de las mitades eternas, por serles,
insisto, el mismo fatalismo de la predestinación. Denis vinculó una idea
injusta, más allá de haber incidido más en una doctrina contraria al
espiritismo: donde las almas serian creadas a pares, cuyo amor serviría de
ejemplo a otras almas, por tanto las ultimas no tendrían sus respectivos pares,
ya que el número de las primeras sería más considerable de lo que generalmente
se cree, o sea, ese número, de una forma u otra, no constituiría la totalidad
de las almas creadas, según Denis.
Por otro lado, sin negar la
necesidad de cambio de sexo para que los espíritus progresaran en todo, Emmanuel confirmó la doctrina de las almas gemelas, tan solo con la diferencia
de haberla generalizado, extendiendo el número de ellas a la totalidad de las
almas humanas (excepto Jesús) así, enseñó que “cada corazón posee en el Infinito
el alma gemela a la suya, compañera divina para el viaje a la gloriosa
inmortalidad”. Esas almas, según Emmanuel, fueron “CREADAS UNAS PARA LAS OTRAS”,
lo que sólo repite Denis. [1]
Se trata de mera variante de la
teoría de las mitades eternas. Inútil es defenderla con eufemismo que
distorsione lo que promueve y haga suponer que solo se haya reportado a la
intensa afinidad entre ciertas almas. Denis y Emmanuel afirman una predestinación
desde siempre rechazada por el Espiritismo. ¡Esta es la realidad!
Si no, veamos una vez más el
Libro de los Espíritus, 298: “¿Las almas que deben unirse están predestinadas a
esa unión, desde su origen, y cada uno de nosotros tiene, en alguna parte del
universo, a su mitad, a la cual un día se unirá fatalmente? – No,
no existe unión particular y fatal entre dos almas”. Y concluye Kardec
en el trabajo basado en 303a: “Se ha de rechazar, pues, la idea de que dos
Espíritus CREADOS EL UNO PARA EL OTRO deban un día reunirse inevitablemente en
la eternidad, tras haber sido separados durante un lapso más o menos prolongado”.
La concepción, por tanto, de
almas creadas por la mitad, o a pares, pero siempre o eventualmente unas para
las otras, con la previa finalidad de que un día se unan eternamente, conserven
o no la individualidad después de eso, no es aceptada por el Espiritismo. ¡No
importa el sesgo léxico! (El sentido del vocabulario). Sean mitades
eternas, o almas gemelas, subsiste en ambas tesis la misma adicción de una
supuesta predestinación mutua de dos seres desde su origen, lo que fue repelido
por El Libro de los Espíritus.
Emmanuel aun fue más allá.
Condicionó el amor que sentiremos un día por la humanidad entera a la previa
realización de ese amor de almas gemelas, que define como una unión, una dada
integración en el plano espiritual, en que, por fin, ellas “se
reúnen para siempre en la más sublime expresión de amor divino, finalidad
profunda de todos los pensamientos del ser, en el laberinto del destino”.
[2]
El indagador de la Federación
Espirita Brasileña, menos preocupado con el hecho de esa doctrina por carecer
de fundamento en Kardec y no tener base ni en el mismo Roustaing (1),
preguntó, entonces, sobre el alma gemela de Jesús. La respuesta evasiva de
Emmanuel fue que sería “injustificable” un paralelismo entre
Cristo y “los medios humanos”, “porque en Jesús hemos de observar la
finalidad sagrada de los gloriosos destinos del espíritu”. [3] ¿Más
si es también ese nuestro propio destino, por qué seria injustificable el
paralelismo entre Jesús y los medios humanos? ¿Cómo Jesús llegó a ser quién es?
¿No fue por encarnaciones humanas, aunque en otros mundos preexistentes al
nuestro?
Emmanuel sostiene que el Maestro
solo habría enlazado, “en su corazón magnánimo, con la misma
dedicación, a la humanidad entera, después de realizar el amor supremo”.
[4]
¿Sin embargo, que amor fue ese, tras la realización del cual Jesús pasó a amar a
la humanidad entera con la misma dedicación? Tal como se menciona en el número
326 de El Consolador: “El amor de las almas gemelas, en suma, es
aquel que el Espíritu, un día, sentirá por la Humanidad entera”.
Se diría que Emmanuel admitió,
así, la previa realización del amor de Jesús y de su alma gemela; después de
eso, Cristo pasó a sentir ese amor por toda la humanidad. ¡Más no! El guía de
Chico exceptuó a Jesús de tal situación; se entiende que él evolucionó “en
línea recta” y, por eso, en medios no humanos, lo que, indudablemente
hace parte del programa de creencias rustenistas (1).
¿Sobre Cristo, qué dice la
Doctrina Espirita? - l'Esprit pur por excelencia: “El Espíritu puro por excelencia”,
por tanto: “Superioridad intelectiva y moral absoluta, son las características
distintivas que tienen con los Espíritus de los otros órdenes”. [5]
En el Espiritismo, todos los seres tienen el “mismo origen” y el “mismo
destino”. [6] Jesús no fue una excepción. ¿Más quién
podría saber si cometió errores en el camino evolutivo? ¿Y qué importancia al
final tendría ahora eso, si los que llegan al grado supremo, aun pasando por el
mal, son contemplados con idéntica mirada por Dios, además de amarlos a todos
de idéntica manera? [7] Es posible que el Maestro sea de aquellos
espíritus que, desde el principio, siguieron el camino del bien. [8] ¿Más
El Libro de los Espíritus llama a esa
evolución “EN LÍNEA RECTA”? ¿Lo que nos autoriza a suponer que esa expresión
equivale al que enseñó la obra base? ¿Lo que quiere decir: “desde el
principio”?
Esa expresión usada por Emmanuel
pertenece a Los Cuatro Evangelios, de Roustaing (1): “avanzar con paso firme y EN LINEA RECTA hacia
la perfección” [9] lo que ratifica la identidad del guía de
Chico Xavier con esa obra defensora de una progresión espiritual que
dispensaría la vida en la materia a los que solo hacen el bien en los mundos
fluídicos propios a la humanización del alma, llamados ad-hoc (a propósito).
La encarnación no pasaría de un excepcional castigo a los culpados que por allí
fallaran: sería una “caída”.
La Doctrina Espirita, sin
embargo, enseña que seguir “desde el
principio” el camino del bien “no
exime a los espíritus de las penas de la vida corporal”, porque “TODOS
ellos son creados simples e ignorantes, y se instruyen en las luchas y
tribulaciones de la vida corporal. Siendo justo, no podía Dios hacer dichosos a
algunos sin penas ni trabajos y, por tanto, sin mérito.” [10]
La palabra “principio” no se refiere,
pues, solo a los mundos materiales, ante la supuesta caída del espíritu, ni
tampoco se distinguiría, por eso, de “origen”,
como quieren las gimnásticas verborragias (verbosidad excesiva) de algunos rustenistas (1) fanatizados.
Kardec dice que “los Espíritus parecerían ser, en su ORIGEN, como
los niños, ignorantes y faltos de experiencia”. [11] Pregunta: “¿Cómo los Espíritus en su ORIGEN, cuando no
tienen todavía conciencia de sí mismos, pueden poseer la libertad de escoger
entre el bien y el mal?”, y se le responde que “El libre albedrio se desarrolla
conforme el Espíritu va adquiriendo conciencia de sí mismo”. [12]
En este ínterin, pregunta Kardec “Por qué
ha permitido Dios que los espíritus sigan la senda del mal” [13]. Indaga luego después: “Puesto que existen Espíritus que desde el PRINCIPIO siguen el camino
del bien absoluto, y otros el del mal absoluto, ¿hay sin duda gradaciones entre
ambos extremos?”. Respuesta: “Si, por cierto que sí, y son la gran mayoría”.
“Principio” y “origen” son
utilizados como sinónimos, y relacionados, es claro, al “inicio” de la fase
humana de evolución del alma. El Libro de
los Espíritus, 133, repele, así, la tesis de la caída, al asegurar que
seguir desde el principio el camino del bien no exime a los espíritus de las
penas de la vida corporal, entendimiento confirmado más adelante, en la 634: “Precisa que el Espíritu coseche experiencia,
y para esto hace falta que conozca el bien y el mal”. Incluida está ahí la
dualidad espíritu-materia, sin la cual no se desenvolvería el libre albedrío y
la conciencia de sí en espíritu.
La doctrina
de El Libro de los Espíritus, por
tanto, no abriga de ninguna forma el concepto rustenista (1) de evolución “en
línea recta”, porque ello simplemente dispensa la vida en la materia,
razón por la cual habría sido meramente fluídico el cuerpo de Jesús, doctrina
repelida por Kardec. [14] Cuando Emmanuel dice que Cristo evolucionó
en medios no humanos, niega, indudablemente, la materialidad del cuerpo que
Jesús asumió en la Tierra; se trata de una profesión de fe neodocetista (Docetismo: Doctrina cristológica parecida al gnosticismo que negaba la
realidad carnal a Jesucristo y, en consecuencia, afirmaba que solo había
sufrido en apariencia) y, por tanto, rustenista (1).
Emmanuel también revela su
rustenismo (1)
cuando dice que, excepto Jesús, somos “Espíritus que se rescatan o aprenden en las
experiencias humanas, después de las caídas del pasado." [15] Las caídas pretéritas,
atribuidas así tanto a los que “aprenden”, como a los que “se rescatan”, es una
generalización errónea, pues “la expiación sirve siempre de prueba, pero
la prueba no es siempre una expiación”. [16] No todos los que aprenden
en medio de las pruebas tienen, pues, errores que rescatar. Si Emmanuel
defiende que todos los tienen, confirma las caídas que precipitarían en la
materia los fallos de la concepción de Los
Cuatro Evangelios. Y eso se evidencia más en su idea sobre la prueba: que sería
para el “rebelde” y "negligente”, y la expiación: para el
“malhechor
que comete un crimen”. [17] ¿En cuanto a la expiación, por vana que
ella sea; más si es imposible llegar a la perfección sin pruebas, seriamos, de
antemano, rebeldes y perezosos por el simple hecho de sufrirlas?
Otra evidencia del rustenismo (1)
de Emmanuel está en la pregunta sobre la caída del espíritu. Dice que el alma
es “Colocada
por Dios en el camino de la vida, como discípulo que TERMINA los estudios
básicos”. [18] ¿Cómo puede ser eso si El Libro de los Espíritus, 190, dice
que, en su primera encarnación: “El alma ensaya (prepara) para
la vida”? Se trata pues, del inicio de los estudios básicos del alma,
no de su término. Emmanuel, entonces, imagina que iniciamos nuestros estudios
básicos sin el concurso de la materia, en los mundos ad-hoc (a propósito)
de Roustaing (1), en los cuales fallamos y, por esa
razón, en la materia ahora nos encontramos solo para terminarlos, como si eso
fuese una excepción punitiva.
Solo la presuposición rustenista (1)
de la caída original del espíritu en la materia, por castigo explica ciertas
enseñanzas de El Consolador. ¿Cómo
pueden, así, tener base en Kardec? ¿Fue el mismo Emmanuel quien tanto discrepó
de la codificación espirita? Más es el nombre de él, así como el de Chico
Xavier, que están en las portadas de los libros. Y lo que es más, si la
evolución en línea recta y la caída son rustenismo (1), la existencia de las
almas gemelas, [19]
la procedencia “capelina” (Relativo a la estrella
Capela) del exilio espiritual que dio origen a la raza adámica (relativo a Adán) “hace muchos milenios”, la
superioridad del planeta Marte sobre la Tierra, etc. No fueron enseñadas a
Roustaing. [20]
Es extraño que se clame por la
autoridad del maestro francés y se publiquen obras mediúmnicas cuyos contenidos
alteran escandalosamente los principios de la codificación espírita. Extrema es
la hora espírita en este mundo. ¡Bendícenos Espíritu de Verdad!
Realmente, consta que Emmanuel
había dicho a Chico Xavier que debería permanecer con Jesús y Kardec en el caso
que le aconsejase algo en desacuerdo con las palabras de ambos. [21]
Más ninguna enseñanza contraria a Kardec dejó de ser publicada por esa razón.
He aquí el hecho. [22] Como yo dije en el Primado de Kardec, cap. 13, es de más consistente lógica y de mejor
provecho a la claridad analítica que se atribuya al propio Emmanuel todo
aquello que en sus libros conste. Solo Chico Xavier tuvo el poder de resolver
las dudas, más nunca lo hizo, nunca levanto una sospecha siquiera sobre la F.
E. B.; al contrario no es difícil encontrarle pronunciamientos con los más
efusivos aplausos a la Casa del “Ángel” Ismael, así como al grande J. Herculano
Pires mayor opositor del rustenismo febiano. El médium siempre aparece al lado
de todos los partidos.
Aprendices en el espiritismo
saben que el primer criterio de la verdad es someter las comunicaciones de los
espíritus al control severo de la razón, del buen sentido y de la lógica. Solo los
espíritus engañadores, que no pueden sino perder con ese examen serio, evitan
la discusión y quieren ser acreditados en la palabra [23].
Aprendices en el espiritismo
igualmente saben que el segundo criterio de la verdad está en la concordancia, en
la universalidad de la enseñanza espiritual, en el hecho de que un principio es
enseñado en varios lugares, por diferentes espíritus y médiums extraños unos a
los otros, “y que no están bajo las mismas influencias”. [24]
La única expresión de universalidad
de esa enseñanza espiritual siempre fue la Obra de Kardec. Después de ella,
todo lo demás son opiniones aisladas. En la falta de que nos encontramos, desde
el 31/03/1869, de un foco legítimo de determinación y control, tales opiniones
deben sufrir detenidas evaluaciones lógicas, firmemente amparadas en las
enseñanzas codificadas por el maestro lionés.
En cuanto a las almas creadas
unas para las otras, Emmanuel intentó en vano defenderse, diciendo que no se
refirió a mitades eternas, pero, pidió para ser conservada en el libro “la
humilde exposición relativa a la tesis de almas gemelas”, en la cual
asevera que los ascendentes del amor entre ellas, por ser más profundos, se
diferencian de aquellos introducidos en las concepciones humanas, que se
modifican en la estela evolutiva. Según Emmanuel, se trata de una “tesis,
todavía, es más compleja de lo que parece al primer examen, y sugiere una más
vasta meditación a las tendencias del siglo, en el capítulo del “divorcismo” y
del “pansexualismo”, etc.
La verdad es que no basta
modificar la terminología “mitades
eternas”, para conservar, aun así, el núcleo vicioso de su doctrina, que es
la noción de predestinación mutua de dos almas desde su origen. Se aprende en
la obra codificada que: “La simpatía que atrae a un Espíritu hacia
otro resulta de la total concordancia de sus inclinaciones e instintos. Si uno
debiera completar al otro, perdería su individualidad”, [25]
lo que explica la relación inusual entre ciertas parejas y torna innecesaria la
idea de las almas gemelas, cuyo error no está en ser almas afines, más sí en
haber sido, según Emmanuel “creadas unas para las otras”. [26]
En cuanto a eso, ser una prevención contra el divorcio, el pansexualismo, etc.
bastaría la comprensión de las leyes morales de la Parte III de El Libro de los Espíritus.
La tesis de que tendríamos un
alma igual a la nuestra, creada especialmente para acompañarnos en la jornada
evolutiva, nada tiene que ver, por tanto, con los términos Kardecianos del
Espiritismo, y ¡Dios nos ayude si los términos del Espiritismo no pudieran ser
más kardecianos! León Denis y Emmanuel, en ese caso, formularon hipótesis
personales, meras opiniones sin cualquier fundamentación más si consistentes y
que no se encuadran, de ninguna forma, en la Doctrina Espirita.
Por esas y por otras razones
Kardec no volvió; ¡no puede haber vuelto! Al apartarse de la lectura kardeciana
hacia otros autores, encarnados o no, el sentimiento es la caída abismal. ¡El
genio de Lyon no fue excedido (superado) por nadie! Hasta “sucesores” desfiguran
nociones espiritas de las más legítimas. Nos cumple distinguir esos puntos en
nuestras lecturas, que no dejan, solo por eso, de ser obligatorias. La
identidad doctrinaria kardeciana del Espiritismo, sin embargo, es la única
suficientemente sana para mantenerla en la ruta certera.
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(1) Relativo a Jean
Baptiste Roustaing:
“Soy
espírita”
Jean Baptiste Roustaing enemigo
de Allan Kardec y un enemigo del Espiritismo. Su teoría de La Caída del
Espíritu, una Metempsicosis Espiritual y el cuerpo Fluidifico de Jesús.
Así se expresó Jean Baptiste
Roustaing de Allan Kardec. Exactamente como un enemigo del Espiritismo.
Jean Baptiste Roustaing, con
"Opiniones Personales" quiso cambiar lo que los espíritus ya habían
revelado a través de los Libros Codificados.
Hacer creer a los Espiritistas de
hoy día que Roustaing corrigió comportamientos, carece de fundamentos
documentales. Ya el daño se consumó, y nos toca denunciar esos errores
doctrinarios que se siguen tratando de introducir en el Espiritismo. El mejor y
más reciente ejemplo es el nuevo presidente de la FEB, que sigue perpetuando a
Roustaing, en el año 2015, constatado en una entrevista de Jorge Hansen en el
2015.
Para aquellos que no sepan, Jean
Baptiste Roustaing era un abogado de la ciudad de Burdeos (Francia), que vivía
en la época de Allan Kardec. Él y seguidores, eran enemigos del codificador. La
cosa fue más o menos así. Roustaing tenía un diploma que se le facilitó
haciéndole creer que era muy importante y tenía una idea muy alta de su
persona; cosa todavía muy común en los “maestros" de nuestro tiempo.
La
weblog espírita de Mari
241. La más ridícula
mistificación de la doctrina, el Roustainguismo, continúa dominando la
Federación Espírita Brasileña, que reedita y propaga, sustenta y defiende la
obra Los Cuatro Evangelios. Jean – Baptiste Roustaing, abogado en Burdeos,
Francia, publicó esa obra en tiempos de Kardec. El maestro la examinó y criticó
con paciencia cristiana. Después de él, muchos otros espíritas lúcidos y cultos
denunciaron las incongruencias de esa obra, imitación servil y deformada de la
obra de Kardec.
El propio abogado explicó en el
prefacio de la obra, con la ingenuidad típica de los fascinados, las
condiciones precarias de salud en que se encontraba cuando la recibió, después
de evocaciones temerarias. La mecánica de la mistificación fue expuesta al
público por la propia víctima.
Roustaing es el anti-Kardec,
mente confusa, misticismo beato, y por tanto vulgar, absurda credulidad
populachera, falta absoluta de criterio científico, desprecio por los datos
históricos, mitología arcaica, raciocinio confesadamente averiado, aceptación
pacífica de tesis clericales oscurantistas, posiciones anecdóticas en la
explicación de los hechos evangélicos: la falsa gravidez de María, Jesús niño
fingiendo que chupaba el seno de su madre y devolviéndole mágicamente la leche
a los vasos sanguíneos en forma de sangre, espíritus superiores reencarnando en
mundos inferiores como criptógamos (criptógamas:
plantas sin flores) carnudos, en
forma de babosas en carne humana, etc.. Un montón de ridiculeces semejantes que
se repiten en los fastidiosos volúmenes de la obra en un ritornelo (repetición) desesperante.
Y hombres de cultura regular (no
puede ser superior) se vanaglorian de esas tonterías a tal punto de considerar
a la FEB – pásmense las criaturas de mediano buen sentido – como La Casa Mater
del Espiritismo. Ignoran ciertamente la existencia histórica de la Sociedad
Parisiense de Estudios Espíritas y todo el trabajo exhaustivo de Kardec. Varias
Federaciones Estatales se enyugaron al carro funerario de esa mistificación.
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[1] El Consolador: Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
323.- ¿Será una verdad la teoría
de las almas gemelas?
En el sagrado misterio de la vida, cada corazón posee en el Infinito el alma gemela de la suya,
compañera divina para el viaje a la gloriosa inmortalidad.
Creadas unas para
las otras, las almas gemelas se buscan, cuando están separadas. La unión
perenne es su aspiración suprema e indefinible. Millares de seres, desviados en
el crimen o en la inconsciencia, experimentan la separación de las almas que los
sustentan, como la prueba más áspera y dolorosa, y, en el drama de las
existencias más oscuras, vemos siempre la atracción eterna de las almas que se
aman más íntimamente, evolucionando unas hacia las otras, en un torbellino de
ansiedades angustiosas, atracción que es superior a todas las expresiones
convencionales de la vida terrestre.
Cuando se encuentran en el cúmulo de los trabajos humanos, se sienten
en posesión de la felicidad real para sus corazones – la de ventura de su
unión, por la cual no cambiarían todos los imperios del mundo, y la única
amargura que les empaña la alegría es la perspectiva de una nueva separación
por la muerte, perspectiva esa que la luz de la Nueva Revelación vino a disipar,
descubriendo a todos los espíritus, amantes del bien y de la verdad, los
horizontes eternos de la vida.
Este Ítem va en desacuerdo con lo expresado por los Espíritus de la codificación en los Ítem de El libro de los Espíritus 298 y 303a:
298.- Las almas que deben unirse ¿se hallaban predestinadas para
esa unión desde su origen, y cada uno de nosotros posee, en alguna parte del
Universo, su mitad, con la cual inevitablemente se reunirá algún día?
-No, no existe unión particular y fatal entre dos almas. La unión es entre todos
los Espíritus, pero en grados diferentes, según el rango que ocupen, vale
expresar, de acuerdo con la perfección que hayan alcanzado: cuanto más
perfectos son, más unidos están. Todos los males de los humanos nacen de la
discordia. En cambio, de la concordia resulta la felicidad completa.
303 a.- Dos Espíritus que son simpáticos el uno hacia el otro ¿pueden dejar de serlo?
- Por cierto, que sí, si uno de ellos es perezoso.
La teoría de las mitades eternas es una imagen que describe la unión de dos Espíritus simpáticos. Se trata de una expresión en uso aún en el lenguaje vulgar que no hay que tomar al pie de la letra. Los Espíritus que de ella se han servido no pertenecen, seguramente, al orden más elevado. La esfera de sus ideas es por fuerza limitada, y han podido traducir sus pensamientos con los términos de los que se hubieran valido durante su vida corporal. Se ha de rechazar, pues, la idea de que dos Espíritus creados los unos para el otro deban un día reunirse inevitablemente en la eternidad, tras haber sido separados durante un lapso más o menos prolongado.
[2] El Consolador: Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
325.- ¿La atracción de las almas
gemelas es rasgo característico de todos los planos de lucha en la Tierra?
El Universo es el plano infinito que el pensamiento divino pobló de
ilimitadas e intraducibles bellezas.
Para todos nosotros, el primer instante de creación del ser está
sumergido en un suave
misterio, así también como la atracción profunda e inexplicable que
arrastra a una alma hacia otra, en el instituto de los trabajos, de las
experiencias y de las pruebas, en el camino infinito del Tiempo.
La ligación de las almas gemelas reposa, para nuestro conocimiento relativo, en los designios divinos, insondables en su sagrado origen, constituyendo la fuente vital del interés de las criaturas para las edificaciones de la vida.
Separadas o unidas, en las experiencias del mundo, las almas hermanas caminan, ansiosas por la unión y por la armonía suprema, hasta que se integren, en el plano espiritual, donde se reúnen para siempre en la más sublime expresión de amor divino, finalidad profunda de todos los pensamientos del ser, en el laberinto del destino.
[3] [4] El Consolador: Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
326.-
La unión de las almas gemelas puede constituir restricción al amor universal?
El amor de las almas gemelas no puede efectuar semejante restricción, porque, alcanzada las cumbres evolutivas, todas las expresiones afectivas se hermanan en la conquista del amor divino. El amor de las almas gemelas, en suma, es aquel que el Espíritu, un día, sentirá por la Humanidad entera.
327.- ¿Si todos los seres poseen
su alma gemela, ¿cuál es el alma gemela de Jesús-Cristo?
No juzgamos acertado traer la figura de Cristo para condicionarla a los medios humanos, en un paralelismo injustificable, porque en Jesús hemos de observar la finalidad sagrada de los gloriosos destinos del espíritu.
En Él cesaron los procesos, siendo indispensable reconocer en su luz las realizaciones que nos compete alcanzar.
Representando para nosotros la síntesis del amor divino, somos compelidos a considerar que de su cumbre espiritual enlazó en su corazón magnánimo, con la misma dedicación, la humanidad entera, después de realizar el amor supremo.
[5] El libro de los Médiums
XXXI, IX.
El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
IX.- Primer orden: Espíritus
puros
112. Caracteres generales.- A estos Seres la influencia de la
materia no los altera o inquieta. Superioridad intelectiva y moral absoluta,
son las características distintivas que tienen con los Espíritus de los otros
órdenes.
[6] El Génesis. Allan Kardec
I, 30.
…
Sabe que todas las almas tienen un
mismo origen, que son creadas iguales y con idénticas aptitudes para progresar,
en virtud de su libre albedrío. Que todas son de la misma esencia, y que entre
ellas la única diferencia es la del progreso alcanzado. Todas tienen el mismo
destino y lograrán igual meta, en mayor o menor lapso, según el trabajo y la
buena voluntad que pongan en la tarea.
…
[7] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
126. Los Espíritus que han alcanzado el grado supremo tras haber
pasado por el mal ¿tienen, a los ojos de Dios, menos méritos que los otros?
- Dios contempla a los
descarriados con la misma mirada y ama a todos de idéntica manera. Se dice que
son malos porque cayeron vencidos, pero sólo eran antes Espíritus simples.
[8] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
I.- Finalidad de la encarnación
133. Los Espíritus que desde el comienzo siguieron el camino del
bien ¿tienen necesidad de la encarnación?
- Todos ellos son creados simples
e ignorantes, y se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal.
Siendo justo, no podía Dios hacer dichosos a algunos sin penas ni trabajos y,
por tanto, sin mérito.
124. Puesto que existen Espíritus que desde el principio siguen el
camino del bien absoluto, y otros el del mal absoluto, ¿hay sin duda graduaciones
entre ambos extremos?
- Por cierto que sí, y son la
gran mayoría.
[9] Os Quatro Evangelhos. Roustaing
Tomo III.
N. 255. Idéntico son el
significado y fundamento de las parábolas de las bodas del hijo del rey y de la
cena de la familia, se han hablado en ocasiones y lugares diferentes. Se han
reunido aquí para evitar la repetición y son complementarios. El significado de
ambas es análogo a la de la parábola de la viña y los vinateros.
El Señor es el rey que casa al
Hijo e invita a los vecinos, es el padre que invita a muchas personas a una
gran cena. Él hace llamar a quienes, instruidos en el conocimiento de su
nombre, tienen que reunirse sin demora a su alrededor con el fin de compartir
las alegrías de la vida eterna.
Los que no atienden a la llamada
son los que, al oír la voz de sus enviados, no responden a ellos y los
rechazan. La justicia divina se ejerce en contra de esos ingratos que, a su
vez, son impulsados hacia atrás, hasta que hayan entendido y expiado sus
faltas.
El siervo del padre de la familia
es enviado a través de las calles y plazas de la ciudad - en busca de los
pobres, los mutilados, los cojos y los ciegos para guiarlos a tomar parte en la
gran cena. Y habiendo tomado los que encontró, como había todavía muchos
asientos vacíos, volvió a salir a caminar por los caminos y veredas con la
misión de obligar a todos aquellos que encontrase a entrar en la sala de
banquetes, por lo que la casa del padre de familia se llenase.
Todos, sean cuales sean, han de
participar del festín celeste que proporciona al Espíritu abundante alimento,
proporcionándole adelantarse moral e intelectualmente; hacerse rico de corazón
y de inteligencia, por la humildad, por el saber, por la caridad y por el amor;
recobrar la libertad de sus facultades y de caminar por la senda del progreso;
recobrar la visión espiritual del alma y ver cada vez más la luz; avanzar con paso firme y en línea recta hacia la perfección.
Pero para ser admitido en la sala
de banquetes, que tengo que hacer, como dice la parábola de la boda el hijo del
rey, estar revestido con el traje nupcial.
Los servidores del rey recorren,
a mandato suyo, las encrucijadas, para llamar a los buenos y a los malos. Ya
sean buenos o malos los que fueran encontrados, todos están invitados a
participar en el banquete de la boda. Se reúnen, sin embargo, para entrar en la
sala de fiestas, previamente tiran sus prendas manchadas. Esa es una condición
absoluta. Quien quiera que no lo haga será rechazado a las tinieblas, es decir,
a los planetas inferiores, lejos de las venturosas moradas donde está el
Espíritu, revestido con el traje nupcial
para la regeneración, continúa para depurar hasta el momento en que, después de
haber alcanzado la perfección, vestirá la túnica inmaculada, único traje con el
que podrá penetrar en el palacio eterno: los espacios, las regiones puras, las
esferas celestes, divinas, donde sólo los espíritus puros habitan y a los que
sólo ellos tienen acceso. Ese es el único traje con el que podrá el Espíritu
aproximarse al foco de la omnipotencia.
Diciendo que, después de tener
sus servidores reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, después
de llenarse la sala, el rey sólo encuentra un huésped que no trajo el vestido
nupcial, Jesús mostraría, bajo el manto de la parábola, que en los tiempos de
regeneración, cuando todos por igual son llamados, casi todo el mundo va a
entender la felicidad que les ofrece. Quería mostrar que sólo una
insignificante minoría seguirá obstinada en resistir a los esfuerzos de los
servidores de Dios para vestir el traje nupcial, antes de entrar en la sala de
banquetes.
Entonces el rey dijo a sus
servidores: "Atadle de pies y manos, y echadle a las tinieblas; allí será el
llanto y el crujir de dientes."
Esto sucederá tanto a los que,
habiendo acudido a la llamada, no se ponga en condiciones de presentarse
dignamente al Señor, y a los que se niegan a asistir a la boda. Más culpable
aún que estos es el que oye la voz de los mensajeros y dice: "Aquí
estoy", y no ser digno de presentarse delante de aquel que lo llama.
Estas palabras de la parábola de
la boda del hijo del rey, "Porque muchos son los llamados, pero pocos los
elegidos", no se refiere sólo al que ha sido expulsado por no estar
dignamente vestido. Se refieren también a los que previamente habían cerrado sus
oídos y sus corazones a la voz que les llama.
No olvidéis, oh todos vosotros
que tratáis de explicar el significado de las palabras de Jesús, que,
aplicándose a los tiempos entonces por venir, ellas presentaban un sello de
actualidad y de positividad, con el fin de hacer daño a los espíritus
materiales a quienes él hablaba. El Maestro, de forma encubierta, apuntaba los
beneficios de la reencarnación. Si hubiera dicho en aquella época: "Los
que, atrapados en las encrucijadas, vistieron con alegría los trajes nupciales
eran los mismos que anteriormente habían rechazado entrar en la sala del festín
de las bodas, los mismos que hirieron, maltrataron y mataron a los enviados del
Señor"; se dijera: "Los pobres, los mutilados, los cojos y los ciegos
traídos de las calles y plazas de la ciudad para la sala de banquetes; los que,
encontrados en las carreteras y veredas, se vieron obligados a entrar para que
la casa del padre de familia se llenaran, fueron los mismos que, anteriormente
invitados para la cena del padre de familia por sus siervos, que les decían
estar todo listo, rechazaron comparecer", le habrían replicado: "Para
que nos hemos de apresurar? La sala del festín de las bodas nos está siempre
abierta, no dejaremos de, finalmente, saborear la cena, pues qué día llegará en
que nos vendrán a buscar para que de ella participemos.”
Aquellos espíritus materiales
eran incapaces de comprender que, no obstante haber sido lícito decirse con
relación a la humanidad terrena: "Muchos son los llamados, pero pocos los
escogidos", todos los llamados, con el correr del tiempo, que bien se
puede considerar una eternidad, tienen que ser escogidos. Eran incapaces de comprender las condiciones,
los medios, los caminos por los cuales, llamado, como todos los otros, el
Espíritu puede llegar y llegará a ser escogido. No lograrían percibir que eso
se da bajo la acción de las leyes inmutables del sufrimiento, de la expiación,
del progreso, que se opera por el renacimiento, conduciendo el Espíritu
culpado, a través de la escala ascendente de las vidas sucesivas y progresivas,
de las tierras primitivas a los mundos de pruebas y expiaciones, de estos a los
mundos regeneradores, donde él vestirá el traje de nupcias para entrar en los
mundos felices. De ahí, revestido de la
túnica inmaculada, es decir, habiendo alcanzado la perfección moral, se eleva a
los mundos celestes o divinos y se hace uno de los electos de Dios, tomando
lugar entre los Espíritus puros.
Aún no era la hora de la
revelación espírita. Muchos siglos era preciso que pasasen, para llegar los
días de hoy, los tiempos predichos de la regeneración, que el Espíritu de la
Verdad ahora prepara.
La parábola de las bodas del hijo
del rey y de la gran cena del padre de familia se aplicaban a los Judíos y,
correlativamente, a los Gentíos, conforme lo comprendían los primeros. Los
judíos, como vecinos del Señor, eran los invitados. Los gentiles eran los
pobres, los lisiados, los ciegos y los cojos que, buenos y malos, fueron
detenidos en las plazas y en las calles de la ciudad, en las carreteras y en
las veredas. Se aplican también a vuestra época, en que los que ya debieron
haber acudido a la voz de los siervos, que por tantos siglos los llaman,
permanecen sordos e indiferentes; y se aplican aún a los que el Espíritu de la
Verdad viene a coger en todos los lugares, para reunirlos en un sólo cuerpo, en
un sólo pensamiento, para revestirlos, en suma, del uniforme de la pureza, que
será en todos idénticos.
Este es ahora el momento, toda la
habitación, "sólo uno" se encuentra indigno de permanecer. Esto
significa que, en el número de los que responden a la feliz invitación que se
hace a ellos, muy pocos, ya no tratar de ser dignos de participar de la fiesta.
Este es ahora el momento en que,
en toda la habitación, "sólo uno" será hallado indigno de permanecer
ahí. Quiere esto decir que, relativamente al número de los que responderán
felices a la invitación que les es hecha, muy pocos dejarán de esforzarse por
hacerse dignos de participar del festín.
NOTA DEL EDITOR - Al traducir
versos 7, Mateo, y el 21 de Lucas, cada traductor utiliza una palabra
diferente: enojado, molesto, indignado, etc. - W
[10] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
133. Los Espíritus que desde el comienzo siguieron el camino del
bien ¿tienen necesidad de la encarnación?
- Todos ellos son creados simples
e ignorantes, y se instruyen en las luchas y tribulaciones de la vida corporal.
Siendo justo, no podía Dios hacer dichosos a algunos sin penas ni trabajos y,
por tanto, sin mérito.
[11] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
115 a. ¿Según esto, los Espíritus parecerían ser, en su origen,
como los niños, ignorantes y faltos de experiencia, pero que adquieren poco a
poco los conocimientos de que carecen, recorriendo las diferentes fases de la
vida?
- Sí, justa es la comparación. El
niño rebelde permanece ignorante e imperfecto. Adelanta más o menos, según su
grado de docilidad. Pero la vida del hombre posee un término, en tanto que la
de los Espíritus se extiende hasta lo infinito.
[12] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
122. ¿Cómo los Espíritus en su origen, cuando no tienen todavía
conciencia de sí mismos, pueden poseer la libertad de escoger entre el bien y
el mal? ¿Hay en ellos un principio o tendencia que les lleva más bien en una
dirección que en la otra?
- El libre arbitrio se desarrolla
conforme el Espíritu va adquiriendo conciencia de sí mismo. No existiría
libertad si la elección fuese determinada por una causa independiente de la
voluntad del Espíritu. La causa no está en él, sino fuera de él, residiendo en
las influencias a que cede en virtud de su voluntad libre. Se trata de la gran
alegoría de la caída del hombre y del pecado original: unos cedieron a la
tentación, otros resistieron…
[13] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
123. ¿Por qué ha permitido Dios que los Espíritus sigan la senda
del mal?
- ¿Cómo os atrevéis a pedir a
Dios cuenta de sus actos? ¿Creéis acaso poder penetrar sus designios? No
obstante, podéis deciros esto: La sabiduría de Dios está en la libertad que
deja a cada cual para escoger, porque a cada uno cabe el mérito que le otorgan
sus obras.
[14] El Génesis. Allan Kardec
XV, 66.
66. A los hechos materiales se
agregan las consideraciones de orden moral de la mayor importancia.
Si Jesús hubiese sido durante toda
su vida un ser fluídico, no habría conocido ningún dolor ni ninguna de las
necesidades del cuerpo. Imaginar que ha sido así, es quitarle todo el mérito a
la vida de privaciones y sufrimientos que él eligió como ejemplo de
resignación. Si todo es él hubiera sido aparente, todos los actos de su vida:
el anuncio reiterado de su muerte, la escena dolorosa en el monte de los
Olivos, su pedido a Dios para que apartara el cáliz de sus labios, su pasión,
su agonía, todo, hasta sus últimas palabras en el momento de ofrendar el
espíritu, hubiesen sido vanos simulacros para confundir sobre su verdadera
naturaleza y hacer creer en el sacrificio ilusorio de su vida, es decir, sería
una farsa indigna de un hombre honesto y simple, y, ¡cuánto más de un ser tan
superior! En una palabra, hubiera abusado de la buena fe de sus contemporáneos
y de la posteridad. Estas son las deducciones que surgen de tal doctrina y no
son admisibles porque lo disminuyen moralmente en lugar de elevarlo.
Jesús tuvo, como todos, un cuerpo
carnal y un cuerpo fluídico. Los fenómenos materiales y los fenómenos psíquicos
que marcaron su vida así lo prueban.
[15] El Consolador. Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
243.- ¿Todos los Espíritus que
pasaron por la Tierra tuvieron las mismas características evolutivas, en lo que
se refiere al problema del dolor?
Todas las entidades encarnadas en el orbe terrestre son Espíritus que
se rescatan o aprenden en las experiencias humanas, después de las caídas del
pasado, con excepción de Jesús - Cristo, fundamento de toda la verdad en este
mundo, cuya evolución se verificó en línea recta hacia Dios, y en cuyas manos
angélicas reposa el gobierno espiritual del planeta, desde sus inicios.
[16] El Evangelio según el Espiritismo.
Allan Kardec
V
9. Tampoco debe creerse que todo
sufrimiento en la tierra sea necesariamente indicio de una falta determinada; a
menudo son simples pruebas elegidas por el espíritu para acabar su purificación
y activar su adelantamiento. Así es que la expiación sirve siempre de prueba,
pero la prueba no es siempre una expiación; pruebas o expiaciones son siempre
señales de una inferioridad relativa, porque el que es perfecto no tiene
necesidad de ser probado. Un espíritu puede, pues, haber adquirido cierto grado
de elevación, pero queriendo aún adelantar más, solicita una misión, una tarea
que cumplir, por lo que será tanto más recompensado si sale victorioso, cuanto
más penosa haya sido la lucha.
[17] El Consolador. Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
246.- ¿Cuál es la diferencia
entre prueba y expiación?
La prueba es la lucha que enseña al discípulo rebelde y negligente el
camino del trabajo y de la edificación espiritual. La expiación es la pena
impuesta al malhechor que comete un crimen.
[18] El Consolador. Por el
espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
248.- ¿Cómo se verifica la caída
del Espíritu?
Conquistada la conciencia y los valores racionales, todos los Espíritus
son investidos de una responsabilidad, dentro de sus posibilidades de acción;
sin embargo, son raros los que practican sus legítimos deberes morales,
aumentando sus derechos divinos en el patrimonio universal.
Colocada por Dios en el camino de la vida, como discípulo que termina
los estudios básicos, el alma no siempre sabe actuar en correlación con los
bienes recibidos del Creador, cayendo por el orgullo y la vanidad, por la
ambición o por el egoísmo, quebrando la armonía divina por primera vez y
penetrando en experiencias penosas, a fin de restablecer el equilibrio de su existencia.
[19] El Consolador: Ver [1]
[20] A Camino de la Luz. Por
el espíritu Emmanuel (Francisco Cándido Xavier)
Cap. 3. Las razas adámicas
[21] Diálogo dos Vivos. Chico
Xavier
Tema 23:
Permanecer con Jesús y Kardec
Recuerdo que en uno de los
primeros contactos conmigo, Emmanuel me advirtió que quería trabajar conmigo
durante mucho tiempo, pero sobre todo, debería buscar las enseñanzas de Jesús y
las enseñanzas de Allan Kardec. Y dijo que si un día, Emmanuel, me aconsejara
algo que no estaba de acuerdo con las palabras de Jesús y Kardec, que debería
permanecer con Jesús y Kardec y tratar de olvidarse de él.
[22] Mira este trabajo en mis
textos:
[23] [24] Que es el espiritismo.
Allan Kardec
99. Dos medios pueden servir para fijar las ideas. Sobre las
cuestiones dudosas, el primero consiste en someter todas las comunicaciones a
la comprobación severa de la razón, del sentido común y de la lógica; ésta es
una recomendación que hacen todos los buenos Espíritus, y que se guardan bien
de hacerla los mentirosos, porque saben perfectamente que ha de perjudicarles
un examen serio. Por eso evitan la discusión y quieren ser creídos sin réplica.
El segundo criterio de la verdad
es la concordancia de la enseñanza. Cuando el mismo principio es enseñado en
muchos puntos por diferentes Espíritus y médiums extraños, los unos a los
otros, y que no están bajo las mismas influencias, puede deducirse que es más
verdadero que el que emana de un solo origen, y es contradicho por la mayoría.
(El Libro de los Médiums, capítulo
XXVII: De las contradicciones y
mixtificaciones. ─ El Evangelio según
el Espiritismo, introducción. Autoridad
de la doctrina espiritista.)
[25] El libro de los Espíritus.
Allan Kardec
301.
Dos Espíritus que simpatizan, ¿se complementan mutuamente, o bien esa simpatía
es el resultado de una identidad absoluta?
“La
simpatía que atrae a un Espíritu hacia otro resulta de la absoluta concordancia
de sus inclinaciones, de sus
instintos. Si un
Espíritu tuviera que completar a otro, perdería su individualidad.”
302.
La identidad necesaria para que se establezca una simpatía absoluta, ¿sólo
consiste en la similitud de pensamientos y sentimientos, o también en la
uniformidad de los conocimientos adquiridos?
“En la igualdad de los grados de elevación.”
[26] El Consolador: Ver [1]
CONCLUSIONES
Generalidad y concordancia en la enseñanza, tal es el carácter esencial de la doctrina espírita, la condición misma de su existencia, de donde resulta que todo principio que no haya recibido la consagración del control de la generalidad no puede ser considerado parte integrante de esa misma doctrina, sino una simple opinión aislada cuya responsabilidad el espiritismo no puede asumir.
Esa concordancia colectiva de la opinión de los Espíritus, sometida además al criterio de la lógica, constituye la fuerza de la doctrina espírita y asegura su perpetuidad. Para que ella cambiara, sería necesario que la universalidad de los Espíritus cambiara de opinión, y que ellos acudieran un día para decir lo contrario de lo que dijeron anteriormente. Dado que la doctrina tiene su origen en la enseñanza de los Espíritus, para que desapareciera sería necesario que los Espíritus dejaran de existir. Eso es también lo que hará que el espiritismo prevalezca sobre los sistemas personales, pues estos no poseen raíces en todas partes.
(Transcrito de la introducción de La Génesis de Allan Kardec)
Fuente:
Ensaios da última hora de Sergio Aleixo
AMOR, CARIDAD y TRABAJO