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NUESTRO HOGAR y la DOCTRINA ESPÍRITA, INCOHERENCIAS





NUESTRO HOGAR
y la 
DOCTRINA ESPÍRITA,

INCOHERENCIAS





Veamos en primer lugar lo que dicen los libros de la codificación espírita de Allan Kardec, dictados por espíritus superiores, y que son la base de la Doctrina Espírita, en relación con: los espíritus errantes, los mundos transitorios y los animales una vez que mueren.

ESPÍRITUS ERRANTES:
223. ¿El alma se encarna inmediatamente después de su separación del cuerpo?
«A veces inmediatamente, pero con más frecuencia después de intervalos más o menos largos. En los mundos superiores la reencarnación es casi siempre inmediata. Siendo menos grosera la materia corporal, el espíritu en ella encarnado goza de casi todas sus facultades de espíritu, y su estado normal es el de vuestros sonámbulos lúcidos».

224. ¿Qué es el alma en el intervalo de las encarnaciones?
«Espíritu errante que aspira a su nuevo destino; espera».
- ¿Cuál puede ser la duración de esos intervalos?
«Desde algunas horas a algunos miles de siglos. Por lo demás, hablando con exactitud, no hay límite extremo señalado al estado errante, que puede prolongarse mucho tiempo; pero nunca es perpetuo, pues el espíritu puede siempre tarde o temprano, volver a empezar una existencia que sirve para purificar sus existencias anteriores».
- ¿Esa duración está subordinada a la voluntad del espíritu, o puede serle impuesta como expiación?
«Es consecuencia del libre albedrío. Los espíritus saben perfectamente lo que hacen; pero los hay también para quienes aquélla es un castigo impuesto por Dios. Otros piden la prolongación de semejante estado para proseguir ciertos estudios que sólo los espíritus errantes pueden hacer con provecho».

225. ¿La erraticidad es en sí misma señal de inferioridad del espíritu?
» No; porque hay espíritus errantes de todos los grados. La encarnación es un estado transitorio, como tenemos dicho, y en estado normal el espíritu está desprendido de la materia».

226. ¿Puede decirse que todos los espíritus que no están encarnados están errantes?
«Los que se han de reencarnar, sí; pero los espíritus puros que han llegado a la perfección no están errantes: su estado es definitivo».

Bajo el aspecto de las cualidades intimas, los espíritus son de diferentes órdenes o grados que sucesivamente recorren, a medida que se purifican. Por su estado, pueden estar: encarnados, es decir, unidos a un cuerpo; errantes, es decir, separados del cuerpo material y esperando una nueva encarnación para mejorarse, y pueden ser espíritus puros, es decir, perfectos y sin necesidad de nuevas encarnaciones.

227. ¿De qué modo se instruyen los espíritus errantes, pues sin duda no lo hacen de la misma manera que nosotros?
«Estudian su pasado e inquieren los medios de elevarse. Miran y observan lo que ocurre en los lugares que recorren; oyen los discursos de los hombres ilustres y las advertencias de los espíritus más elevados, y todo esto les proporciona ideas de que carecían».

228. ¿Los espíritus conservan algunas de las pasiones humanas?
«Los espíritus elevados, al dejar su envoltura, dejan las malas pasiones y no conservan más que las buenas; pero los espíritus inferiores no se desprenden de aquéllas, pues de otro modo pertenecerían al primer orden».

229. ¿Por qué los espíritus, al dejar la tierra, no abandonan todas sus malas pasiones, puesto que ven sus inconvenientes?
«En este mundo hay personas excesivamente celosas, ¿crees que al abandonarlo se desprenden de ese defecto? Después de salir de la tierra, les queda, sobre todo a los que han tenido pasiones dominantes, una especie de atmósfera que les rodea y les conserva todas esas cosas malas; porque el espíritu no está completamente desprendido de ellas, y sólo en ciertos momentos entrevé la verdad, como para enseñarle el buen camino».

230. ¿Progresa el espíritu en estado errante?
«Puede mejorarse mucho, siempre según su voluntad y su deseo; pero en la existencia corporal es donde practica las nuevas ideas que ha adquirido».

231. ¿Son felices o desgraciados los espíritus errantes?
«Más o menos, según su mérito. Sufren las consecuencias de las pasiones cuyo principio han conservado, o bien son felices según están más o menos desmaterializados. En estado errante, el espíritu entrevé lo que le falta para ser más dichoso, y entonces busca los medios para conseguirlo; pero no siempre le es permitido reencarnarse a su gusto, lo que entonces constituye un castigo».

232. En estado errante, ¿pueden los espíritus ir a todos los mundos?
«Según y cómo. Separado el espíritu del cuerpo no está por ello completamente desprendido de la materia, y pertenece aún al mundo en que ha vivido, o a otro del mismo grado, a menos que, durante la vida, se haya elevado, y este es el fin a que debe dirigirse, pues sin él no se perfeccionaría nunca. Puede, sin embargo, ir a ciertos mundos superiores; pero estará en ellos como un extraño. Por decirlo así, no hace más que entreverlos, lo que le despierta el deseo de mejorarse, para ser digno de la felicidad que en ellos se goza y poder habitarlos más tarde».

233. ¿Los espíritus purificados vienen a los mundos inferiores?
«Vienen a menudo para ayudarles a progresar, pues, a no ser así, semejantes mundos estarían abandonados a sí mismos, sin guías que los dirigiese».



MUNDOS TRANSITORIOS:
234. ¿Existen, como se ha dicho, mundos que sirven a los espíritus errantes de estaciones y lugares de reposo?
«Sí; hay mundos particularmente consagrados a los seres errantes, mundos en que pueden habitar temporalmente, especies de vivaques o campamentos(1) para descansar de una prolongada erraticidad, que siempre es algo penosa. Son posiciones intermedias entre los otros mundos, graduadas según la naturaleza de los espíritus que pueden ir a ellas, los cuales gozan de mayor o menor bienestar».
-Los espíritus que habitan en esos mundos, ¿pueden dejarlos a su antojo?
«Sí, los espíritus que están en esos mundos pueden separarse de ellos para ir a donde deben dirigirse. Imaginadlos como aves de paso que se detienen en una isla, esperando recobrar fuerzas para dirigirse al término de su viaje».

(1) Campamento es la acción de acampar (detenerse y permanecer en una zona despoblada, alojándose en tiendas o carpas). Se trata de la instalación eventual en terreno abierto de personas que se reúnen para un fin especial o que van de camino hacia otra parte.

235. ¿Progresan los espíritus durante su permanencia en los mundos transitorios?
«Indudablemente, pues los que de tal modo se reúnen lo hacen con objeto de instruirse y de poder obtener más fácilmente permiso para trasladarse a mejores lugares, y llegar a la posición de los elegidos».

236. ¿Los mundos transitorios están por su naturaleza especial perpetuamente consagrados a los espíritus errantes?
«No; su posición es temporal únicamente».
- ¿Están habitados al mismo tiempo por seres corporales?
«No: pues su superficie es estéril. Los que los habitan no sienten necesidades».
- ¿Esta esterilidad es permanente y procede de su naturaleza especial?
«No; son estériles por transición».
- ¿Esos mundos deben, pues, carecer de bellezas naturales?
«La naturaleza se traduce en las bellezas de la inmensidad, que no son menos admirables que las que llamáis naturales».
-Puesto que el estado de estos mundos es transitorio, ¿pertenecerá el nuestro algún día a ellos?
«Ha pertenecido ya».
- ¿En qué época?
«Durante su formación».

Nada hay inútil en la naturaleza; todo tiene su objeto y su destino: nada está desocupado; todo está habitado, y en todas partes reina la vida. Así pues, durante la larga serie de siglos que transcurrieron, antes de que apareciese el hombre en la tierra, durante aquellos lentos períodos de transición, atestiguados por las capas geológicas antes aun de la formación de los primeros seres orgánicos, no faltaba vida en aquella masa informe, en aquel árido caos donde estaban confundidos los elementos, pues en él encontraban refugio seres que no tenían ni nuestras necesidades, ni nuestras sensaciones físicas. Dios quiso que aun en semejante estado de imperfección, sirviese para algo. ¿Quién, pues, se atreverá a decir que, entre esos miles de mundos que circulan por la inmensidad, tiene el privilegio de estar habitado uno solo, uno de los más pequeños, confundido con la multitud?  ¿Cuál sería la utilidad de los otros?

¿Los habría creado Dios sólo para recreo de nuestros ojos? suposición absurda, incompatible con la sabiduría que en todas sus obras se revela, e inadmisible, cuando se consideran todos los que no podemos distinguir. Nadie negará que en la idea de que existen mundos impropios todavía para la vida material, pero poblados, sin embargo, de seres vivientes apropiados a semejante medio, haya algo de grande y de sublime, en lo cual encontraremos quizá solución a más de un problema.



ANIMALES:
283. Evocación de animales
36. ¿Se puede evocar al Espíritu de un animal?
Después de la muerte del animal, el principio inteligente que residía en él permanece en estado latente, y es utilizado de inmediato por ciertos Espíritus encargados de la tarea de animar a nuevos seres, en los cuales ese principio inteligente continúa el proceso de su elaboración. Así pues, en el mundo de los Espíritus no existen Espíritus errantes de animales, sino tan sólo Espíritus humanos. Esto responde a vuestra pregunta.”



A continuación, se exponen fragmentos extraídos del libro titulado “NUESTRO HOGAR” de Francisco Cándido Xavier, dictado por el espíritu André Luiz, en donde se aprecian incoherencias con lo expuesto anteriormente de la Doctrina Espírita:

2.- CLARENCIO
Creciérame la barba, la ropa comenzaba a romperse con los esfuerzos de la resistencia, en aquella región desconocida.


3.- LA ORACIÓN COLECTIVA
A medida que avanzábamos, conseguía identificar preciosas construcciones situadas en extensos jardines.

A esa altura me sirvieron un caldo reconfortante, seguido de agua muy fresca, que me pareció portadora de fluidos divinos. Aquella reducida porción de líquido me reanimaba inesperadamente. No sabría decir qué clase de sopa era aquella: si una alimentación sedativa o si un remedio saludable.


7.- EXPLICACIONES DE LISIAS
El suelo estaba cubierto de vegetación. Grandes árboles, abundantes pomares (Tierra plantada de árboles frutales) y jardines deliciosos. Todos los departamentos aparecían cultivados con esmero. A pequeña distancia, se elevaban graciosos edificios. Se alineaban en espacios regulares exhibiendo diversas formas. Ninguno sin flores a la entrada, destacándose algunas casitas encantadoras, cercadas por muros de hiedra, donde diferentes rosas se abrían aquí y allá adornando el verde de variados cambiantes. Aves de plumajes policromos cruzaban los aires y, de cuando en cuando, se posaban agrupadas en las torres blancas que se levantaban rectilíneas, recordando lirios gigantescos elevándose al cielo.

Desde las grandes ventanas observaba lleno de curiosidad el movimiento del parque. Extremadamente sorprendido, identificaba animales domésticos, entre los frondosos árboles alineados al fondo.


10.- EN EL BOSQUE DE LAS AGUAS
Llegados a extenso ángulo de la plaza, el generoso amigo agregó:

–Esperemos el aerobús. (Carro aéreo, que sería en la Tierra algo parecido a un gran funicular)

Aún no me había repuesto de la sorpresa, cuando surgió un gran carro, suspendido del suelo a una altura de cinco metros, poco más o menos, repleto de pasajeros. Al descender hasta nosotros, a la manera de un elevador terrestre, lo examiné con atención. No era máquina conocida en la Tierra. Construida de material muy flexible, era de gran extensión, pareciendo estar unida a hilos invisibles por el gran número de antenas que tenía en el techo. Más tarde, confirmé mis suposiciones visitando los grandes talleres del Servicio de Tránsito y Transporte.


33.- CURIOSAS REFLEXIONES
De repente oí ladrar perros a gran distancia.

–¿Qué es eso? –interrogué asombrado.

–Los perros –dijo Narcisa– son auxiliares preciosos en las regiones obscuras del Umbral, donde se encuentran no solamente los hombres desencarnados, sino también verdaderos monstruos que no corresponde ahora describir.

La enfermera con voz activa, llamó a los servidores que se hallaban a distancia, enviando uno de ellos al interior, transmitiendo avisos.

Miré atentamente aquel grupo extraño que se acercaba despacio.

Seis grandes carretas, formato diligencia, precedidas de cuadrillas de perros alegres y alborotadores, eran tiradas por animales que, de lejos, me parecían iguales a los mulos terrestres. Pero la nota más interesante era la de las grandes bandadas de aves de cuerpo voluminoso que volaban a corta distancia, por encima de las carretas, produciendo singulares ruidos.


REFLEXIÓN:
Considerando que “Nuestro Hogar” está ubicado en un mundo transitorio, destinado a espíritus errantes, como así se define en el propio libro en el capítulo 37, en donde dice: “Nuestro Hogar es, una especie de ciudad espiritual transitoria…”, y después de leer lo que dice la codificación espírita, estimo que lo reseñado por André Luiz no concuerda con la naturaleza de los espíritus desencarnados que han dejado atrás su cuerpo físico.

Además, y como bien manifiestan claramente los espíritus superiores en el Libro de los Espíritus en relación con el tema de los mundos transitorios, estos mundos son inmateriales y su superficie estéril, por lo que y como dice textualmente la guía 18 del programa II del Estudio sistematizado de la Doctrina Espírita, editado por el Consejo Espírita Internacional: “En relación con esas afirmaciones y la comprensión de que los Espíritus de las regiones espirituales limítrofes con la Tierra necesitan volver, nuevamente, o encarnar por primera vez en nuestro planeta, las colonias espirituales descritas por André Luiz no parecen ser los mismos mundos transitorios mencionados en «El Libro de los Espíritus»”.


Bibliografía:
-El Libro de los Espíritus de Allan Kardec
-El Libro de los Médiums de Allan Kardec
-Nuestro Hogar de Francisco Cándido Xavier, dictado por el espíritu de André Luiz

AMOR, TRABAJO y CARIDAD







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