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Alma y karma









ALMA Y KARMA






ALMA
El libro de los espíritus
INTRODUCCIÓN AL ESTUDIO DE LA DOCTRINA ESPIRITISTA
VI

»El alma es un espíritu encarnado, cuyo cuerpo no es más que la envoltura.


»Tres cosas existen en el hombre: 1ª el cuerpo o ser material análogo a los animales, y animado por el mismo principio vital; 2ª el alma o ser inmaterial, espíritu encarnado en el cuerpo, y 3ª el lazo que une el alma al cuerpo, principio intermedio entre la materia y el espíritu.


»El lazo o periespíritu que une el cuerpo y el espíritu es una especie de envoltura semimaterial. La muerte es la destrucción de la envoltura más grosera; pero el espíritu conserva la segunda (lazo), que le constituye un cuerpo etéreo, invisible para nosotros en estado normal y que puede hacerse visible accidentalmente, y hasta tangible, como sucede en el fenómeno de las apariciones.
 
CAPÍTULO II
LA ENCARNACIÓN DE LOS ESPÍRITUS
DEL ALMA
134. ¿Qué es el alma?
«Un espíritu encarnado».
-¿Qué era el alma antes de unirse al cuerpo?
«Espíritu».
-¿Las almas y los espíritus son, pues, una misma cosa?
«Sí, puesto que las almas no son más que espíritus. Antes de unirse al cuerpo, el alma es uno de los seres inteligentes que pueblan el mundo invisible, y que toman temporalmente una envoltura carnal para purificarse e ilustrarse».


135. Además del alma y del cuerpo, ¿hay alguna otra cosa en el hombre?
«El lazo que une el alma al cuerpo».
-¿Cuál es la naturaleza de ese lazo?
«Semimaterial, y sirve de intermedio entre el espíritu y el cuerpo, y así debe ser, para que puedan comunicarse el uno con el otro. Por medio de este lazo el espíritu obra sobre la materia y viceversa».


Así, pues, el hombre está formado de tres partes esenciales:
1º El cuerpo o ser material, análogo a los animales y animado por el mismo principio vital;
2º El alma, espíritu encarnado cuya habitación es el cuerpo, y
3º El principio intermediario o periespíritu, sustancia semimaterial que sirve de envoltura primera al espíritu y une el alma al cuerpo. Tales son en el fruto, el germen, el periespermo y la cáscara.


136. ¿El alma es independiente del principio vital?
«Incesantemente lo repetimos, el cuerpo no es más que la envoltura».
-¿Puede existir el cuerpo sin el alma?
«Sí, y sin embargo, desde que cesa de vivir el cuerpo, el alma lo abandona. Antes del nacimiento, no existe unión definitiva entre el alma y el cuerpo, al paso que, después de establecida la unión, la muerte del cuerpo rompe los lazos que lo unen al alma, y ésta lo abandona. La vida orgánica puede animar un cuerpo sin alma; pero ésta no puede habitar en un cuerpo privado de vida orgánica».
-¿Qué sería de nuestro cuerpo si careciese de alma?
«Un montón de carne sin inteligencia, todo lo que queráis, menos un hombre».


137. ¿Un mismo espíritu puede a la vez encarnarse en dos cuerpos diferentes?
«No; porque el espíritu es indivisible y no puede animar simultáneamente a dos seres diferentes». (Véase en El libro de los médiums, el capítulo «Bicorporeidad y transfiguración»).


138. ¿Qué debemos pensar de los que opinan que el alma es el principio de la vida material?
«Cuestión de palabras en la que no nos fijamos. Empezad por entenderos».


139. Ciertos espíritus, y antes que ellos, ciertos filósofos han definido el alma Una chispa anímica emanada del gran Todo. ¿Cómo se explica esta contradicción?
«No existe tal contradicción, y depende aquello de la acepción en que se toman las palabras. ¿Por qué no tenéis una palabra especial para cada cosa?»


La palabra alma se emplea para expresar cosas muy diferentes. Llaman así unos al principio de la vida, y es exacto decir en esta acepción y figuradamente, que el alma es una chispa anímica emanada del gran Todo. Estas últimas palabras expresan el origen universal del principio vital del que absorbe una parte cada ser, parte que vuelve a la masa, después de la muerte. Esta idea no excluye en manera alguna la de un ser moral distinto, independiente de la materia y que conserva su individualidad. Este es el ser que se llama igualmente alma; y en esta acepción puede decirse, que el alma es un espíritu encarnado. Al dar diferentes definiciones del alma, los espíritus han hablado con arreglo a la aplicación que vacían de la palabra y a las ideas terrestres de que estaban aún más o menos dominados. Depende esto de la insuficiencia del lenguaje humano, que no tiene una palabra para cada idea, y de aquí el origen de una multitud de equivocaciones y discusiones. Véase por qué los espíritus superiores nos dicen que ante todo nos entendamos acerca de las palabras. (Véase, en la «Introducción» la explicación de la palabra alma, párrafo II.)


140. ¿Qué hemos de pensar de la teoría del alma subdividida en tantas partes cuantos músculos hay, presidiendo de este modo a cada una de las funciones del cuerpo?
«También depende del sentido que se dé a la palabra alma. Si se entiende por ella el fluido vital, la teoría es exacta; pero, si se entiende el espíritu encarnado, es falsa. Lo hemos dicho ya, el espíritu es indivisible, y transmite el movimiento a los órganos por el fluido intermedio, sin dividirse a pesar de ello».
-Sin embargo, algunos espíritus han dado esa definición.
«Los espíritus ignorantes pueden tomar el efecto por la causa».


El alma obra por medio de los órganos, que están animados del fluido vital repartido entre ellos y con más abundancia en los que forman los centros o focos del movimiento. Pero esta explicación no puede convenir al alma, considerada como espíritu que habita en el cuerpo durante la vida, y que lo abandona al morir.


141. ¿Qué hay de verdad en la opinión de los que creen que el alma es exterior y rodea al cuerpo?
«El alma no está encerrada en el cuerpo, como un pájaro en la jaula, sino que irradia y se manifiesta al exterior, como la luz a través de un globo de cristal, o como el sonido alrededor de un centro sonoro, y así es como puede decirse que es exterior; pero no es empero, la envoltura del cuerpo. El alma tiene dos envolturas: la sutil y ligera que es la primera, a la cual llamas periespíritu, y la otra, que es el cuerpo, grosera, material y pesada. Ya lo hemos dicho, el alma es el Centro de todas esas envolturas, como el germen en el hueso de las frutas».


142. ¿Qué concepto hemos de formar de la otra teoría, según la cual el alma de los niños se completa en cada periodo de la vida?
«El espíritu es uno, y se encuentra en su totalidad, lo mismo en el niño que en el adulto. Los que se desarrollan y completan son los órganos o instrumentos de manifestación del alma. También aquí se toma el efecto por la causa».


143. ¿Por qué todos los espíritus no definen el alma de un mismo modo?
«Todos los espíritus no están igualmente instruidos sobre estas materias, y los hay limitados aún que no comprenden las cosas abstractas, como sucede entre vosotros con los niños. También hay espíritus de falsa instrucción (falsos sabios) que, para imponerse, hacen alarde de palabrería, lo mismo que entre vosotros ciertos hombres. Además, los mismos espíritus adelantados pueden expresarse en términos diferentes, que en el fondo tienen el mismo valor, sobre todo, tratándose de cosas para cuya clara expresión no basta vuestro lenguaje, pues entonces es preciso recurrir a las figuras y comparaciones que vosotros tomáis por la misma realidad».


144. ¿Qué debe entenderse por el alma del mundo?
«Es el principio universal de la vida y de la inteligencia, de donde nacen las individualidades. Pero con frecuencia los que emplean estas palabras no se entienden. Es tan elástica la palabra alma, que cada uno la interpreta con arreglo a sus teorías. A veces se atribuye también un alma a la tierra, y entonces debe entenderse por ella el conjunto de espíritus solícitos que dirigen vuestras acciones hacia el buen camino, cuando les escucháis, y que vienen a ser como los lugartenientes de Dios en vuestro globo».


145. ¿Cómo tantos filósofos antiguos y modernos han discutido tanto tiempo sobre la ciencia psicológica, sin llegar a la verdad?
«Esos hombres, que eran los precursores de la doctrina espiritista eterna, han preparado el camino. Eran hombres y pudieron engañarse, porque tomaron sus propias ideas de la verdad; pero sus mismos errores, demostrando el pro y el contra, sirven para poner en claro aquélla. Por otra parte, entre sus errores, se encuentran grandes verdades que os hace comprender el estudio comparativo».


146. ¿El alma tiene en el cuerpo un lugar determinado y circunscrito?
«No; pero reside particularmente en la cabeza, en los grandes genios, en todos aquellos que piensan mucho, y en el corazón, en los que sienten mucho y cuyas acciones todas se relacionan con la humanidad».
-¿Qué debe pensarse de la opinión de los que colocan el alma en un centro vital.
«Es lo mismo que decir que el espíritu habita con preferencia en esta parte de vuestra organización; porque a ella van a parar todas las sensaciones. Los que la sitúan en lo que consideran como centro de la vitalidad, la confunden con el principio o fluido vital. Como quiera que sea, puede decirse que el alma reside más particularmente en los órganos de las manifestaciones intelectuales y morales».




KARMA

Doctrina espírita para principiantes
LEY DE CAUSA Y EFECTO - KARMA

La palabra karma proviene del sánscrito hindú y quiere decir acción. Es decir todo lo que se hace equivale a decir karma. Allan Kardec prefirió llamarla Ley de Causa y Efecto, y pautó que los actos positivos, caritativos y benevolentes reparan acciones delictivas del pasado.


Las tradiciones espiritualistas afirman que las buenas acciones serían karmas positivos o dharmas, no obstante karma es empleado para asignar a los hechos que el Espíritu obró contra otros, contra la naturaleza o contra sí mismo. El karma negativo es rescatado en la existencia presente o en una futura a manera de correctivo y no de castigo.


Existen rescates individuales y colectivos, con la familia, ciudad, país y planeta.


Con la Ley de Causa y Efecto son explicados cientos de casos como los de mongolismo, enanismo, deformaciones físicas, accidentes, abandono, esterilidad, homosexualismo, enfermedades incurables, miseria, locura, etc., así como los de genialidad, salud, tranquilidad emocional, etc., todos tienen sus orígenes en el pretérito y de esa manera vemos la justicia de Dios actuante.


Nuestro destino es la fatalidad del bien, pues nadie está destinado al mal o al sufrimiento.


Bibliografía:
El libro de los espíritus de Allan Kardec
Doctrina espírita para principiantes del Consejo Espírita Internacional


AMOR, CARIDAD y TRABAJO

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