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Aclaración del concepto eterno






ACLARACIÓN DEL CONCEPTO ETERNO EN:


El Evangelio según el espiritismo de Allan Kardec
CAPÍTULO XV
FUERA DE LA CARIDAD NO HAY SALVACIÓN
Lo que es necesario para salvarse. Parábola del buen samaritano.
Y esos irán al suplicio eterno, y los justos a la vida eterna. (San Mateo, 25:31 a 46.)


Es verdad que S. Jerónimo no dudó en hacer figurar, en el texto del Evangelio, según San Mateo, estas expresiones: «El fuego eterno, o suplicio eterno». Mas las palabras hebreas que así fueran traducidas «no parece, de modo alguno tener el sentido que los latinos les atribuyeran» (1).

No puede ser ese el pensamiento de aquel que dijo: «Dios no quiere que perezca uno solo de esos pequeñitos.» Estas palabras son confirmadas por los apóstoles:
“Dios quiere que todos los hombres se salven y lleguen a tener el conocimiento de la verdad. (Pablo, I, Timoteo, II, 4).
“Dios es el salvador de todos los hombres.” (Pablo, I, Timoteo, IV, 10).


 (1) La palabra eterno, que tan a menudo se encuentra en las Escrituras, no debe ser tomada al pie de la letra, más bien como una de esas expresiones enfáticas (enérgicas), hiperbólicas (exageradas), familiares a los orientales. Es un error olvidar que todos son símbolos e imágenes en sus escritos. ¿Cuántas promesas, pretendidamente eternas, hechas al pueblo hebreo o a sus jefes, no tuvieran realización? ¿Dónde está esa tierra que los Israelitas debían poseer eternamente - in aeternum - (Pentateuco, passim)? ¿Dónde esas piedras del Jordán, que Dios anunciaba que deberían ser, para su pueblo, un monumento eterno (Josué. VI, 7)? ¿Dónde esa descendencia de Salomón, que debía reinar eternamente en Israel (I Paralipom., XXII, l0), y tantas otras, idénticas promesas? En todos esos casos, la palabra eterno parece simplemente significar: larga duración. El termino hebreo olam, traducido por eterno, tiene como raíz al verbo alam, ocultar. Expresa un período cuyo fin se desconoce. Lo mismo pasa con la palabra griega aion y la latina aeternitas. Tiene ésta como raíz aetas, edad, era. Eternidad, en el sentido en que lo entendemos hoy, se diría en griego aidios y en latín sempiternus, de semper, siempre


AMOR, CARIDAD Y TRABAJO